Venezuela ganó este jueves una banca en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, tras una votación que el gobierno de Nicolás Maduro tomó como una "victoria histórica" y que la oposición consideró una "patada a las tumbas de los asesinados" por las autoridades chavistas.
La candidatura de Venezuela se impuso a la de Costa Rica con la fuerza de 105 votos en la puja de la Asamblea General de la ONU, pese a la ofensiva diplomática lanzada por Estados Unidos y algunos países de América latina y Europa.
Costa Rica había presentado candidatura para representar a los países que pretendían cerrar el paso a la llegada de un representante del gobierno de Maduro, quien no es reconocido como presidente por medio de un centenar de países.
La otra plaza disponible en el Consejo para países de América latina y el Caribe quedó en manos de Brasil.
De esta manera, Venezuela sustituirá el próximo 1 de enero a Cuba, que terminará su mandato.
Confirmado el resultado, el canciller venezolano, Jorge Arreaza, celebró una "nueva victoria de la diplomacia bolivariana de paz".
"Estamos nosotros ante una victoria que habrá que mesurar, que medir en el transcurso de los próximos días pero que hoy nos atrevemos a calificar de histórica", dijo Arreaza ante la prensa en la sede de la Cancillería venezolana.
Rechazo de la oposición
Varios gobiernos y organismos internacionales habían expresado públicamente su oposición a la candidatura de Venezuela.
En ese sentido, en junio pasado, la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, la expresidenta chilena Michelle Bachelet, había publicado un informe en el que detalló cientos de casos de ejecuciones extrajudiciales, torturas, persecuciones y malos tratos a los opositores del gobierno de Maduro.
Bachelet consideró que las autoridades venezolanas y sus instituciones pusieron en marcha "una estrategia orientada a neutralizar, reprimir y criminalizar a la oposición política y a quienes critican al Gobierno".
Desde la oposición, el exalcalde de Caracas, Antonio Ledezma, se lamentó por la decisión de la Asamblea General de la ONU y sostuvo que "así está el mundo, al revés".
"Qué patada le han dado a las tumbas de los asesinados por Maduro y su pandilla. No nos rendiremos", declaró.
A su vez, el diputado Richard Blanco destacó que el régimen chavista violentó los derechos de todos los venezolanos. "Los asesinos van presos, nunca pueden ser premiados. La ayuda internacional urgente es la única salida", advirtió.
"Los violadores de derechos humanos generan alianzas para alcanzar un espacio en esta instancia de la ONU. Es por eso que Cuba le está ofreciendo su puesto a Maduro. Es una silla que representa censura, persecución, tortura y asesinato", agregó el diputado Williams Dávila.
También Brasil, Chile y Estados Unidos llamaron sin éxito a frenar la candidatura venezolana.
"Sólo nos cabe señalar que sería un desprestigio para la ONU y para el mundo entero que Venezuela pudiera integrar el Consejo de Derechos Humanos", declaró ayer el canciller chileno Teodoro Ribera.