El Partido conservador perdió la mayoría absoluta en las elecciones generales anticipadas celebradas en el Reino Unido y una humillada Theresa May terminó con menos escaños que cuando convocó los comicios en abril pasado, por lo que el líder laborista, Jeremy Corbyn la instó a renunciar.
Con el país en alerta y conmocionado por los recientes atentados de Manchester y Londres, los británicos votaron para elegir un nuevo Parlamento y un nuevo gobierno que en unos cruciales comicios cuyo resultado determinará el futuro de las relaciones entre el Reino Unido y la Unión Europea (UE) tras el Brexit.
En el momento de la disolución del Parlamento en mayo, los conservadores tenían 330 escaños, frente a los 229 del Laborismo.
May acudirá hoy al palacio de Buckingham para comunicarle a la reina Isabel II que podrá formar gobierno, a pesar de no haber logrado la mayoría parlamentaria absoluta.
La primera ministra espera ver a la jefa de Estado para solicitarle el permiso para formar gobierno, tras obtener 318 escaños, ocho menos de los necesarios para llegar a la mayoría absoluta en una Cámara de los Comunes formada por 650 diputados.
El pasado 18 de abril, May convocó elecciones anticipadas con el objetivo, según explicó entonces, de aumentar su mayoría absoluta y tener un liderazgo fuerte en las negociaciones con Bruselas.