En la localidad de El Alto, Bolivia, un joven de 21 años llamado Michael Domingo escapó de su casa llevándose consigo 45 mil dólares y más de 30 mil bolivianos (unos cuatro mil dólares más) que pertenecían a sus padres. La elevada suma de la divisa norteamericana correspondía a la venta de un inmueble.
Antes de huir de su hogar, el prófugo dejó una corta carta, en la que precisó: "Perdón, me voy". Domingo Rojas, papá del muchacho, fue quien descubrió el escueto mensaje y el faltante de la exorbitante cantidad de dinero.
El hombre, en diálogo con los medios locales, pidió: "Por favor hijo no me hagas daño, por favor devuelve la plata, 45.000 dólares que te has llevado. Devuelve hijo, no va a pasar nada, te voy a perdonar".
"Ese dinero también era para ustedes, yo también estoy viejo. No quiero morir con esa preocupación, por favor hijo vuelve a la casa", insistió Rojas, quien también detalló que cree que el accionar de su hijo fue influenciado por otras personas.