La youtuber estadounidense Brooke Houts, que cuenta con 340.000 seguidores en su canal, publicó un video que no debía compartir y su error le podría costar su carrera en las redes sociales.
El descuido comenzó cuando Houts quiso hacerle una broma a su perro: su idea era poner un nylon transparente en una puerta y llamar al cariñoso Doberman, para luego compartir con sus seguidores su reacción.
Sin embargo, lo que publicó en primera instancia fue un video sin editar que mostraba todo lo contrario al supuesto cariño que siente por su mascota: en pocos segundos, se ve cómo la joven empuja, golpea y hasta escupe a su propia mascota, con una violencia que contrasta con el perfil que solía mostrar en sus videos.
Al notar que había publicado el video equivocado, la joven lo borró y subió la versión editada, sin escenas de maltrato. Pero miles de sus seguidores vieron el video y las redes sociales se llenaron de críticas y rechazo a su actitud. Los comentarios que recibió la llevaron a borrar también este nuevo video.
Las repercusiones fueron tales que el departamento de Crueldad Animal de la Policía de Los Ángeles abrió una investigación.
Luego, la influencer se defendió: "No soy alguien que abusa de los perros o animales en ninguna manera o forma. Cualquiera que haya sido testigo o escuchado el verdadero maltrato animal podrá verlo claramente. Mi perro, en ninguna manera fue lastimado por cualquier acción que yo haya hecho en el video".
