Netflix ya estrenó la tercera temporada de la aclamda serie Stranger Things. Antes de que esta inicie, hay un anuncio que llama la atención de los espectadores, que habla sobre luces intensas.
"Algunas escenas tienen un efecto estroboscópico que puede causar incomodidad para los espectadores fotosensibles", sostiene.
Este cartel, por lo general, aparece en series y películas de ciencia ficción, ya que tiende a haber en ellas acción que involucra explosiones o fuentes de luz que parpadean.
Sin embargo, pese a las advertencias, nadie esperaba lo que ocurre el cuarto episodio. Sin spoilers, al final del capítulo hay tantas luces y son tan constantes, que incluso aquellos que no son hipersensibles se sienten incómodos.
Hace muchos años, el animé de Pokémon tuvo que censurar uno de sus capítulos. Tenía como protagonista al Pokémon llamado Porygon. Nunca se lo volvió a ver en ninguna de las temporadas siguientes ni se hizo mención de él siquiera. En ese episodio, había luces de colores incontrolables.
Esto alertó a los padres y a la sociedad en general y empezaron a trascender historias de niños con problemas de hipersensibilidad que terminaron mal.
En este caso es distinto: la advertencia es fuerte y clara. El usuario elige consumir o no la serie, haciéndose responsable de ello.