El lanzamiento de las Air Max 1 Quick Strike de Nike causó polémica en los Estados Unidos. Se trata de un modelo de zapatillas deportivas adornadas con una de las antiguas banderas de Estados Unidos, preferida por grupos neonazis.
Tras la protesta de la estrella del fútbol américano Colin Kaepernick, patrocinado por Nike, contra el uso de símbolos que podrían ser considerados ofensivos, la marca de indumentaria decidió retirar del mercado el modelo.
Se trata de la llamada 'Betsy Ross', una bandera de trece bandas blancas y rojas con 13 estrellas blancas dispuestas en círculo que representan las 13 colonias que se levantaron contra el Imperio británico en la Guerra de Independencia entre 1775 y 1783.
El caso es que esta bandera fue usada siglos después como uno de los símbolos del Partido Nazi Americano desde antes de la Segunda Guerra Mundial y más tarde por diversos grupos de supremacistas blancos.
Nike ha comentado que ha retirado las zapatillas, que debían haber llegado a las tiendas para el Día de la Independencia el 4 de julio, por "preocupaciones de que puedan ofender no intencionalmente o detraer el valor de la fiesta patriótica nacional".
El gobernador republicano de Arizona, Doug Ducey, criticó en su cuenta de Twitter el "revisionismo histórico" de la compañía y prometió revocar los incentivos financieros otorgados a la empresa por su estado.
El senador de Texas, Ted Cruz, tuiteó que el fabricante "solo quiere vender zapatillas a las personas que odian la bandera estadounidense".
Las redes sociales incluso han visto llamadas a boicotear los productos de Nike. Mientras tanto, las zapatillas se vendían esta semana a unos 1.500 dólares en plataformas electrónicas.