El grupo radical Estado Islámico (EI) asesinó y colgó en postes de luz a 145 personas que intentaron huir de Mosul, la capital del facto del califato, cuya parte occidental está rodeada por las fuerzas iraquíes que intentan recuperar el control de la tercera ciudad más importante de Irak.
Los yihadistas detuvieron a las víctimas, las asesinaron y colgaron los cadáveres de postes de la luz, tras declararlas "apóstatas" por intentar abandonar "la tierra del califato", proclamado por el EI en Irak y en Siria.
Actualmente, las fuerzas gubernamentales luchan para expulsar al EI de la parte occidental de la ciudad de Mosul, donde aún controlan algunos barrios, tras haber perdido el control de la parte oriental de la urbe, dividida en dos por el río Tigris.
El EI conquistó amplias partes del norte de Irak en el verano de 2014 y anunciaron un "califato islámico" en los territorios que dominaban en este país y en la vecina Siria.