Una mujer en Taiwán acudió al médico tras una fuerte hinchazón en uno de sus ojos. Sin embargo, se llevó una gran sorpresa al darse cuenta de que la hinchazón era producto de cuatro abejas vivas que se habían instalado en su ojo.
Estas no eran abejas corrientes, sino un tipo llamado Halictidae, también conocido como "abejas del sudor". Suelen medir entre 4 y 10 milímetros y se sienten atraídas por el sudor de las personas. Se pueden reconocer por su color oscuro o verde.
Este es el primer caso que se registra en la isla y el médico que atendió a la joven considera que quizás una ráfaga de viento las llevó hasta allí y quedaron atrapadas. "Estas abejas no suelen atacar a la gente, aunque les gusta beber el sudor, de ahí su nombre", completó.
También comentaron que fue una suerte que la mujer no se frotara demasiado el ojo, ya que eso podría haberle provocado un mal mayor.