Es habitual ver a los felinos instalados en el espacio del sillón que usa su humano o adueñándose de la silla recién desocupada. Lejos de tratarse de un capricho, este comportamiento responde a distintas necesidades típicas de la especie: desde la búsqueda de calor hasta la forma en la que marcan territorio o llaman la atención.
Por qué los gatos se acomodan en el lugar de sus dueños
De acuerdo con un artículo de Catster revisado por la veterinaria Marta Vidal-Abarca —con más de 16 años de experiencia en España y el Reino Unido—, hay cinco motivos principales que explican esta conducta:
1. Buscan una fuente de calor
El asiento que una persona deja libre conserva durante un rato el calor corporal, y para los gatos esa temperatura es ideal para relajarse. Por eso es común que, al volver después de unos minutos, el humano encuentre a su felino cómodamente instalado, sobre todo en días fríos o con el aire acondicionado prendido.
2. Les reconforta el olor de su dueño
Los lugares que se usan con frecuencia quedan impregnados de nuestro aroma, algo que los gatos perciben con claridad. Ese olor les genera seguridad y tranquilidad, especialmente si hubo visitas o cambios recientes en la casa que los incomodan.
3. Marcan territorio
Los felinos cuentan con glándulas en la cara y las patas que liberan su propio olor. Al ocupar el asiento del dueño, no solo disfrutan del aroma humano, sino que aprovechan para dejar su propia marca y reforzar la idea de que ese espacio también les pertenece.
4. Buscan atención
Con el tiempo, los gatos aprenden qué acciones generan una respuesta directa de su humano. Si cada vez que se sientan en ese lugar obtienen caricias o comentarios, repetirán la conducta. Esto sucede mucho cuando quieren jugar, durante las comidas o cuando la persona está muy concentrada en una pantalla.
5. Necesitan una buena vista de su entorno
Los espacios elevados, como sillas y sillones, les permiten observar mejor lo que ocurre a su alrededor. Desde allí se sienten más protegidos, pueden vigilar su territorio y anticiparse a cualquier movimiento, todo mientras descansan.
