A través de redes sociales, se viralizaron las fotos que tomó un rionegrino desde su casa frente a la playa de la fauna marina en Las Grutas. El hombre tiene 40 años y es prestador náutico y bucea desde su adolescencia.
Se trata de Sebastián Leal, que aprovechó el aislamiento social, preventivo y obligatorio para capturar pequeños instantes a los que, durante la rutina, no había disfrutado.
"La cuarentena me encontró en mi casa de Las Grutas, que está frente a la playa, a la altura de la primera bajada. Y siento que jamás estuve tan pendiente de la costa. Porque subir a la terraza para mirar el mar era la escapatoria que tenía para tanto encierro", relató el rionegrino al diario Río Negro.
Con un drone, y desde su terraza, tomó las fotografías y las compartió a través de redes sociales, en donde mostró videos que tomó de delfines, ballenas, y demás animales marinos.
"Es una perspectiva que gusta, porque el drone rompe el espejo de agua, y muestra algo que uno no está acostumbrado a ver. Generalmente de la fauna, según la especie, se veía la aleta dorsal, o el animal saltando. Con este método no, vos atravesás el medio ambiente marino, y según la perspectiva podés ver hasta el fondo. Es alucinante", reflexionó Leal.
Entre tantos de los momentos que vivió y capturó, él recuerda uno que lo impactó y lo marcó: "Una vez filmando desde una altitud importante pude retratar que, en ese momento, en el agua, había 18 ballenas. Ocurre que uno las ve desde la costa o el bote cuando están arriba, dando saltos. Pero como esto filma bajo el agua, ves todas".
"Desde hace tiempo se están viendo ballenas de este tipo. Pero poder captar una con tanta nitidez permite ver características de una variedad que no es muy usual en estas costas, donde, año a año, abundan las ballenas francas desde finales del mes julio", agregó.
A su vez, Sebastián se sorprende a la hora de hablar de los delfines, a los que logró fotografiarlos mientras se alimentaban: "Desde mi casa se ven las piruetas que hacen, pero con esto se captó el momento exacto en el que están devorando un cardumen, mientras un lobo marino curiosea, como un espectador más".
El fotógrafo no sólo usa un dron, sino también cámaras subacuática, con las que pasa el aislamiento y descubre los paisajes que lo acompañan día a día.