El Ministro de Desarrollo Productivo de la Nación consideró que la decisión de la Legislatura Fueguina “es equivocada”. El economista a cargo de la cartera productiva de la Nación advirtió que al menos debió haberse evaluado alguna regulación de la salmonicultura.
El ministro nacional coincidió con la ministra Sonia Castiglione, desde el punto de vista ambiental, donde expuso que hay que tener resguardo, pero de ahí a la prohibición, hay una amplia gama de posibilidades. En este caso, la local marcó que la ley no prohíbe la salmonicultura, sino que “limita y condiciona la actividad a ser realizada con determinados métodos y tecnologías”.
“Más que prohibir, hay que controlar, ser cuidadosos y por eso creo que la prohibición lisa y llanamente, es un error”, remarcó Kulfas, quien recomendó hacer buenos controles ambientales, con zonificaciones y determinar cuáles tecnologías son adecuadas y cuales no.
Aun sabiendo los daños ocasionados en países como Chile, y en menor medida en Noruega, Canadá, islas Faroe, Irlanda y Escocia, donde se usan grandes cantidades de antibióticos y fármacos en las granjas acuícolas, destruyendo el suelo marino y las especies del entorno y la depredación de fauna local con escapes de salmones, continúan trabajando para lanzar la producción “regularizada”.