María Becerra y Rei decidieron despedir el año en Finlandia, rodeada de nieve, temperaturas extremas y uno de los fenómenos naturales más impactantes del planeta: las auroras boreales. Las imágenes que compartieron en redes no tardaron en volverse virales y despertaron fascinación entre sus seguidores.
En las fotos se los ve abrigados hasta el cuello, posando frente a un tipi en medio del bosque y mirando el cielo verde y rosa que ilumina la noche finlandesa. Nada de lujos ostentosos ni playas caribeñas. Acá hay frío real, fuego encendido y una experiencia que apunta directo a lo emocional.

La propia María compartió su emoción desde Instagram. “Las vacaciones de nuestros sueños, venir a ver auroras boreales, y en la primera que salimos a cazarlas las vimos en color verde y rosa, una bendición de la naturaleza ante nuestros ojos”, escribió, junto a emojis de corazones y manos en agradecimiento.

En otra historia, Becerra sumó un detalle que terminó de enamorar a sus fans: “Miren cómo bailan 😍😍 son tan hermosas!!! Qué afortunados somos. Es difícil ver auroras porque se necesitan muchas factores para presenciar este fenómeno… y hoy en nuestra primera caza de auroras las vemos así de hermosas e intensas”. Palabras simples, pero cargadas de sentido.
María Becerra y Rei, un año que los marcó para siempre
El viaje no llega en cualquier momento. Para María y Rei, el año resultó profundamente movilizante. La cantante atravesó su segundo embarazo ectópico, una situación límite que la dejó al borde de la muerte y obligó a frenar de golpe. Esa experiencia fortaleció el vínculo de la pareja y cambió prioridades.

Después vino la reconstrucción. Se mudaron a una casa nueva y volvieron de a poco a la rutina. En lo profesional, María vivió uno de los puntos más altos de su carrera con dos shows históricos en River en diciembre, confirmando su lugar como una de las artistas más grandes del país.

Rei, por su parte, siguió enfocado en la música. Lanzó nuevos temas, consolidó su perfil dentro de la escena urbana y acompañó a María en cada paso, incluso lejos de los flashes.

Las postales desde Finlandia también muestran momentos íntimos: ella calentándose las manos frente al fuego a -20°C, caminatas nocturnas en la nieve y miradas compartidas al cielo. No hay poses forzadas. Hay calma.























