Como cada año, al acercarse el 8 de diciembre, día de veneración de la Virgen del Valle, una gran cantidad de peregrinos tucumanos se vuelcan a la ruta 38, rumbo a la vecina provincia de Catamarca, para participar de la tradicional festividad. Son entre 6 y 8 días de caminata los necesarios para recorrer los 232km de ruta que separan la capital tucumana con San Fernando de Catamarca, destino final de la masiva peregrinación. Se estima que anualmente alrededor de 80.000 peregrinos llegan de distintos puntos del país a rendirle homenaje a la Virgen. Por esta razón, se recomiendan algunas precauciones, tanto para peregrinos como automovilistas, a la hora de circular, en especial por este tramo de la RP38 que es la arteria más elegida por los fieles tucumanos.
Para los peregrinos:
Se recomienda caminar contra el tráfico, a fin de ver los vehículos con anticipación. Asimismo, se ruega mantenerse lejos de la calzada, para evitar accidentes con retrovisores y otros elementos sobresalientes. A la hora de ir en grupo, siempre caminar en fila. Usar ropas claras y frescas, además de chalecos o bandas refractarias. No se recomienda la marcha nocturna, pero de hacerla, usar luces y linternas. No debe faltar el agua. No se recomienda el peregrinaje con niños menores de 12 años. Usar sombreros y protector solar, recordemos que, para estas fechas y en ruta, el sol es implacable. Gestionar los residuos y evitar que los sigan animales: se pierden, pueden provocar accidentes de tránsito, y sus patas resultan muy dañadas por las largas caminatas.
Para los conductores:
Evitar encandilar a los peregrinos; elegir las luces bajas siempre que sea posible. Reducir la velocidad ante grupos de peregrinos, y no exceder las máximas establecidas. Conducir con paciencia, alguno de los centenares de fieles que caminan por la ruta podría ser su ser querido.
Y ante todo recordar que se trata de una fiesta de fe y esperanza. Mantener los espacios utilizados limpios, no tirar o dejar basura en la ruta, atender a las señales de tránsito y prevenir accidentes, es también señal de respeto y amor al prójimo.