En el aula Alberdi de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales se llevó a cabo la entrega de más de 70 certificados a quienes completaron los cursos del Centro de Extensión Territorial de la Universidad Nacional de Tucumán (CETUNT) en la ciudad de Yerba Buena. El acto marcó el cierre de un primer ciclo formativo que se concretó apenas cinco meses después de la puesta en marcha del espacio.
Un puente estable entre universidad y comunidad
El CETUNT de Yerba Buena nació como un dispositivo de articulación entre la Universidad y la Fundación León, pensado para funcionar como un puente entre la formación académica y las necesidades concretas de la comunidad. A través de esta propuesta, las y los participantes accedieron a capacitaciones del Programa de Cuidado de Familias y de E-commerce, dos líneas que buscan fortalecer saberes y abrir oportunidades de inserción laboral en contextos cambiantes.
Capacitaciones pensadas para el trabajo real
En la ceremonia participaron el rector Sergio Pagani, la vicerrectora Mercedes Leal, el secretario de Extensión Universitaria Marcelo Mirkin, el presidente de la Fundación León Máximo Bulacio, el director ejecutivo Federico Díaz Marino y el director de la Escuela de Educación Profesional Gustavo Paz, junto a docentes, equipos técnicos y familias de las personas egresadas.
Durante el encuentro, Leal destacó el crecimiento sostenido de los Centros de Extensión Territorial y el impacto de estas políticas en los barrios:
“Hoy estamos muy felices de otorgar certificaciones a todas las personas que formaron parte de esta experiencia formativa. Es el cierre de un trabajo que se viene desarrollando desde hace tiempo y que expresa una apuesta muy fuerte de la Universidad por tener presencia territorial y estar donde se la necesita”.
La vicerrectora remarcó además que se entregaron 70 certificados correspondientes a una formación que, según señaló, “no solo brinda conocimientos, sino que genera una inserción genuina en el mundo del trabajo”.
La extensión universitaria en el territorio
Desde la Fundación se puso el foco en la continuidad de la alianza con la universidad. Bulacio subrayó que el trabajo conjunto forma parte de una relación consolidada:
“Todas las articulaciones que podamos concretar con la Universidad son futuro. Desde lo educativo, es fundamental desarrollar proyectos en coordinación con la UNT. Hoy vemos materializado lo que venimos planificando desde hace meses y ya estamos pensando en profundizar y ampliar estos vínculos el próximo año”.

En la misma línea, Díaz Marino hizo hincapié en el impacto concreto de los trayectos formativos: “Estos 70 certificados no quedan solo en un papel, sino que se transforman en oportunidades laborales reales. Los proyectos están alineados con lo que hoy demanda el mercado de trabajo y cuentan con la articulación entre la Universidad, la sociedad civil y empresas del sector privado”.
El director ejecutivo destacó además el valor de contar con un Centro de Extensión Universitaria que funciona en la sede de la organización, como expresión de “la Universidad en el territorio, llegando a comunidades vulnerables con oportunidades concretas”.
De este modo, el CETUNT de Yerba Buena cierra su primer año con resultados tangibles en términos de formación, empleabilidad y presencia territorial, y proyecta nuevas cohortes y propuestas para seguir acercando la universidad a los barrios en 2026.

























