La odisea de tener la VTV al día para los pobladores de alta montaña

Enclavados en el corazón del Valle Calchaquí, encontramos pequeños paraísos escondidos, nucleados en el municipio de Tafí del Valle, que se posicionan como imponentes destinos turísticos, atrayendo visitantes de todo el mundo. El municipio abarca el pueblo homónimo, Amaicha del Valle, Quilmes y Colalao del Valle como los más representativos, los cuales suman alrededor de 25.000 habitantes en total.

Estos pequeños poblados se sostienen gracias a la actividad de sus habitantes, para los cuales autos, camionetas y motos son de vital importancia a la hora de atravesar las largas distancias e intrincados caminos de la zona. Como corresponde, todos están bajo las mismas leyes, pero, sin embargo, no con la misma accesibilidad.

Tal es el caso de la Verificación Técnica Vehicular (VTV), cuyo taller más cercano se encuentra a 90 km de Tafí del Valle, 140 km de Amaicha y más de 170 de Colalao del Valle. Esta distancia, sumada a un complicado camino de montaña hace que sea realmente una aventura lograr tener este requerimiento al día.

En conversación con vecinos del Valle, el comentario más común es el de la necesidad de establecer un taller habilitado en Tafí del Valle, cabecera del municipio de igual nombre, o, al menos, un taller móvil que recorra el Valle acercando la posibilidad de tener los papeles de los vehículos acorde a la normativa provincial y nacional.

Esta preocupación se agudiza con la llegada de las vacaciones, y el consecuente incremento de los controles policiales en rutas y calles internas. La pregunta que se presenta es ¿Cómo cumplir la ley, sin tener que recorrer cientos de kilómetros de camino de montaña? Una pregunta que también se hacen los motociclistas cuyos vehículos tienen a partir de los 150cc. . Se hace impensable atravesar peligrosos caminos de montaña sobre dos ruedas, para lograr estar al día con la documentación.

Por el momento, y ante la dificultad de acercarse a los talleres y oficinas correspondientes, vecinos y vecinas del amplio Valle Calchaquí, se ven forzados a circular “flojos de papeles”, en un sistema que exige cumplimiento, pero no facilita acceso.