Noelia Marzol
Noelia Marzol apostó a una microbikini a cuadros en rojo y blanco y posó desde todos los ángulos
hace 20 minutos
En una reveladora charla con el periodista Germán Valdez, el geólogo tucumano de larga trayectoria, Juan Carlos Valoy, compartió su perspectiva sobre los problemas geológicos que afectan la zona de San Javier, particularmente en lo relacionado con la infraestructura vial y las construcciones en la región. Con una experiencia de más de 40 años en la Dirección Provincial de Vialidad y su profunda especialización en el análisis de suelos y estructuras, Valoy desentrañó las causas subyacentes de los deslizamientos y fallas geológicas, además de reflexionar sobre la situación de las obras en la Sierra de San Javier y su impacto ambiental y urbano.
-¿Dónde estudió?
-”En la Escuela Belgrano el primario, y el secundario en la Escuela de Comercio”.
-¿De qué está recibido usted?
-”Estudié en la Facultad de Ciencias Naturales, soy recibido de geólogo, pero normalmente me dicen ingeniero, porque tengo una especialidad que es geología aplicada a la ingeniería. En definitiva, hay que saber geología básica para hacer el trabajo que yo hago. Básicamente estudio todo lo que tenga que ver con las fundaciones de puentes, edificios, presas, y también hago patología de la construcción. Es decir, estudio qué le pasa a la construcción, el diagnóstico y cómo se la puede arreglar. Entré a los 19 años en El Cadillal, o sea lo vi hacer, y de ahí es que cambié de perito mercantil a técnico en suelo. Luego pasé a Agua y Energía y ahí seguí trabajando en lo mismo. Finalmente quise dar un escalón más arriba, pasar de técnico a profesional, y renuncié. Me vine a Tucumán a terminar Geología, pues ya había empezado, y finalmente entré en la Dirección Provincial de Vialidad, gracias a Dios por concurso, a pesar que venía de una empresa inglesa y de Agua y Energía, me tomaron examen. Era muy serio Vialidad entonces, se entraba con currículum y con un examen”.
-Y hoy, ¿Cómo se entra?
-”Hoy depende de los contactos sindicales, políticos o familiares que tenga”.
-¿Cuántos años trabajó usted en Vialidad?
-”En vialidad estuve 44 años”.
-Ayer publicó La Gaceta una carta suya al director, en la cual usted, más o menos, denuncia que hay problemas en la zona de San Javier, que hay hundimiento de edificios, problemas en la ruta, que incluso (Eugenio) Virla en su momento cerró toda posibilidad de construir ahí... Cuénteme un poco de eso.
-”Hubo deslizamientos durante mucho tiempo en San Javier; el suelo se está deslizado, como si fuese una gelatina. Hay fotos que testimonian las grandes grietas de tracción, que se hicieron cuando se desplazaron cosas en San Javier. Entonces, ¿Por qué se producen semejantes cosas, que muchas veces los técnicos un poco minimizamos? Esto es consecuencia de las condiciones geológicas muy desfavorables que tiene la sierra la Sierra de San Javier. Si usted la observa, va a ver que tiene los dos extremos, Sur y Norte, más altos que el centro. El bloque central ha sido descendido por falla de tracción, que le llamamos nosotros, y al descender produjo dos dos cosas: una trituración tremenda y el hecho de que el agua tanto superficial como subterránea vaya hacia ahí. Allí nacen casi todos los arroyos, y hay una serie de fallas. Hay una donde está el Cristo, se cayeron los muros de 22 m de altura como si fuesen nada. Ese fue uno de los tantos acontecimientos que tuvo la ruta 338″.
-¿El Cristo fue afectado? Estamos hablando del monumento.
-”Si, detrás del Cristo hubo problemas, toda la ruta deformada, eso prácticamente desde que se la creó la ruta hubo estos problemas. Una vez el ingeniero Scopel me dice ‘Bueno, ¿Qué va a pasar acá? No podemos vivir con el enfermo parchando, parchando, parchando, ¿Qué es lo que ocurre, por qué se producen semejantes cosas?’ Entonces me encargaron a mí, con un grupo de otros profesionales. Se desarmaba la ruta en solo dos lluvias copiosas, le digo porque eso no ocurrió una vez, ocurrió muchísimas veces y se parcharon. Se cortó el camino la última vez que se hizo El Rulo, estuvo cortada 6 meses para restituirlo”.
-¿Cuántas veces se destruyó El Rulo?
-”El Rulo se destruyó tres veces. Porque es una estructura que es un arco, y actúa como... Si usted al huevo lo pisa por la punta no se rompe, pero si le mete presión al costado se rompe, usted lo casca siempre en el medio. Entonces esa estructura estaba empujada por unos gigantescos deslizamientos que se llaman creeping (reptar en inglés), porque son lentos, de poco espesor, pero de enorme fuerza. Esos están hasta el día de hoy, tienen la posibilidad de desplazarse, porque el bloque descendido de San Javier desde siempre tuvo malas condiciones geológicas. La trituración que produce el descenso del bloque, y el hecho de que el agua superficial y subterránea vaya ahí, hace la combinación perfecta para que cuando suba el agua y por presión de polos haga que baje la fricción, se deslice lentamente superficies de muchas hectáreas. Se cortó la línea de alta tensión varias veces. Entonces hice el estudio, que está en un plano que es la conclusión del por qué”.
Valoy explicó que, en dicho plano (al pie de la presente nota), las líneas rectas muestran las fallas, en tanto que las azules son los arroyos, indicando que en la zona de El Rulo está, efectivamente, atravesada por una falla geológica: ”Entonces concluimos de que en San Javier, indudablemente, todas estas cosas se producían porque tenía una condición geológica virginal, donde las no se tendría que haber hecho una obra de infraestructura como El Rulo”, indicó el experimentado profesional.
