El gobernador Osvaldo Jaldo dispuso la baja inmediata de los policías involucrados en el caso de El Cadillal y ordenó la entrega urgente de informes detallados sobre todas las regionales de la Policía de Tucumán.
La decisión se adoptó tras una reunión realizada en Casa de Gobierno con la Plana Mayor policial, luego de que se confirmara que dos efectivos fueron sorprendidos junto a dos detenidos que debían estar alojados en la Comisaría de Chuscha, realizando trabajos particulares en una vivienda de El Cadillal.
Del encuentro participaron el ministro de Seguridad, Eugenio Agüero Gamboa; el jefe de Policía, Joaquín Girvau Olleta; el subjefe, Roque Rodolfo Yñigo; y el director del Servicio Penitenciario, Antonio Quinteros.
Bajas, sumarios y reemplazos
El ministro Agüero Gamboa confirmó que, por orden del Gobernador, los dos efectivos detenidos fueron dados de baja junto al jefe y al segundo jefe de la Unidad Regional Norte: “Fue un golpe muy fuerte para la institución, pero esto demuestra que estamos trabajando con firmeza en la depuración interna. Nadie está por encima de la ley, ni siquiera quienes tienen la responsabilidad de hacerla cumplir”, remarcó.
El ministro señaló que “este es un hecho de extrema gravedad, por eso el gobernador actuó con rapidez y determinación”, y adelantó que el comisario Soria asumió interinamente al frente de la Unidad Regional Norte, en reemplazo del comisario Gustavo Beltrán, quien fue separado del cargo.
Control integral de la fuerza
El titular de la cartera de seguridad explicó que Jaldo pidió a la Plana Mayor un informe detallado de cada regional y de las unidades especiales, que deberá ser presentado al Ejecutivo en las próximas horas: “Los sumarios administrativos siguen su curso y van a ponerse a disposición de la Justicia. Hasta ahora, estamos hablando de 10 u 11 sumarios en trámite”, informó el ministro.
En cuanto a los dos condenados que fueron hallados fuera de su lugar de alojamiento, confirmó que “fueron trasladados al penal Benjamín Páez, donde continuarán cumpliendo sus sentencias”.
“El gobernador siempre fue claro: todo dentro de la ley, nada fuera de la ley, con firmeza y dureza para quien cometa un delito, sea quien sea”.
Agüero Gamboa reconoció que el caso “mancha a la institución policial”, pero destacó que no empaña el trabajo de la fuerza.
“El plan de seguridad impulsado por el gobernador ha dado resultados. El operativo Lapacho fue reconocido por su eficacia. Esto no nos detiene, al contrario, vamos a redoblar los esfuerzos y continuar trabajando con transparencia”, aseguró.
El ministro ratificó además su confianza en la conducción de la Policía, destacando la actuación del jefe y el subjefe: “El jefe y el subjefe estuvieron al tanto desde el primer momento. Fueron también defraudados por quienes debían responderles. Vamos a seguir depurando, corrigiendo y mirando hacia abajo, porque nuestro compromiso es con la sociedad tucumana”, sostuvo.
Girvau Olleta expresó su indignación por lo ocurrido y calificó el hecho como “una actitud de sinvergüenza”.
“El gobernador confió en esta policía, pero estos hechos manchan todo lo logrado. No habrá tolerancia: impunidad cero”, afirmó.
Girvau anunció que se realizará una revisión integral en todos los niveles de la fuerza, con tres sumarios en curso bajo la supervisión del subjefe y Asuntos Internos.“Vamos a poner todo a disposición de la Justicia y los cambios llegarán hasta donde tengan que llegar”, advirtió.
Sobre los efectivos involucrados, fue tajante: “Han tirado 30 años de carrera y defraudado a su familia. Es una vergüenza, pero vamos a salir adelante”.

























