En una entrevista televisiva, realizada en un programa local, el hoy detenido psicólogo forense Federico Rossi Colombo, asi hablaba con el periodista Germán Valdez, sobre el caso Loan, un mes atrás:
- ¿Usted ha participado en el caso Loan?
- “Sí, efectivamente, fui convocado por la Asociación Lucio Dupuy, específicamente por Ramón Dupuy. Recibí el llamado para colaborar y formar parte de su equipo”.
- Usted es psicólogo forense, la carrera, ¿Está en Tucumán?
- “ (Para estudiar) psicología forense te tenés que formar más que nada fuera. Por ejemplo, tenés la complutense de Madrid, o te tenés que especializar afuera. Aquí si hay, dictado por la UNT, un posgrado, pero es más que nada general. Yo estoy dedicado específicamente a la psicología de testimonio”.
- ¿Psicólogo de base?
- ”Psicólogo de base, sí, licenciado en psicología. Estuve en la universidad de Rosario y luego comencé a especializarme, porque esto es algo que te tenés que especializar el día a día, como todo. Y comencé a hacer lo que es psicología el testimonio y lo que es psicodiagnóstico también. Algo de de interrogatorio, que es otra cosa que es distinta, que sería opuesta a lo que es la psicología del testimonio. Porque el interrogatorio es como que no está muy enmarcado dentro del derecho y la psicología de lo que es la Cámara Gesell, la psicología del testimonio, está enmarcado, es un dispositivo dentro de la ley”.
- Las Cámaras Gesell, ¿qué nivel de perfección tiene en Argentina? Porque se toma muy en cuenta en los juicios, fundamentalmente de menores.
- “Personalmente, con algunos colegas, porque tengo colegas, en Argentina (te puedo nombrar Pablo Suárez de Lima o Margarita Marzán) que son que están especializados. Y te podría decir que nosotros luchamos contra esas tomas de las cámaras Gesell. Porque muchas veces hay muchas falencias, no están bien en cuanto a cómo le abordan el testimonio al testigo que tiene al frente, que pueden ser niños niñas o adolescentes. Hay fallas, muchas fallas”.
- Pero estás tirando por tierra una cosa que se tenía como verdad.
- “Totalmente. No veo que que las personas que están al frente de las Cámaras Gesell estén formadas para tal fin. Son psicólogos, pero para la Cámara Gesell necesitas ver un poco más allá, lo que es la psicología el testimonio, y yo lo que veo es que se hace muchas veces interrogatorio que es común. Por eso te decía que la cámara Gesell es un dispositivo enmarcado dentro del derecho, es un dispositivo jurídico en el que tenés que tener ciertos lineamientos. Por ejemplo no inducir, no hacer preguntas cerradas y tenés que tener bien la escucha. Es holístico, no es tan solo que vos te abocas a la persona que tenés en frente, porque después de la Cámara Gesell, de esa psicología el testimonio, que va a estar frente a la persona, ya sea el niño, niña o adolescente, tenés que hacer un informe sobre lo que escuchaste. Pero muchas veces solo toman literalmente lo que se escuchó; ahí está la situación, que tenés que ver bien y tiene que ser holístico, tenés que leer el legajo, que era antes el expediente, lo tenés que leer bien y tenés que escuchar también el relato. No tenés que hacer un mero copio y pego de lo que estás escuchando literalmente, es algo más profundo”.
- ¿Decís que los profesionales que están haciendo hoy Cámara Gesell en Tucumán no son aptos?
- ”Hay muchos errores”.
- ¿Hace cuánto sos psicólogo? y, ¿por qué llegás al caso Loan?
- “En realidad la Asociación Lucio Dupuy se dedica, más que nada (nos dedicamos), a la protección de los niños en cuanto al maltrato infantil, cuando hay impedimento de contacto de los niños con sus papás, y también a la falsa denuncia. Y en este caso, la verdad, que yo lo veía por por la tele y me sensibilizaba mucho, porque se trata de un niño, no tan solo se trata de un niño, sino que después descubrimos que había todo entramado y una red. Y la verdad que a mí me sensibilizó mucho. Recibí el llamado de Ramón (Dupuy) y sí, la verdad que, cuando recibí el llamado, yo no no tomaba conciencia de lo que era, de todo lo que había. Porque yo lo veía por televisión, pero no tomando conciencia de todo. Estábamos en un hotel que estaba al frente de la comisaría, que fue allanada y que los policías tenían no podían ni pasar por donde estábamos nosotros, estaban denunciados todos. Era bastante complicado porque estamos en frente. Era un tema que sensibilizaba mucho y yo decía tengo que ir. Me llamó Ramón y dije “me voy”. Fue de un día para el otro”.
-¿Qué hiciste en el lugar?
- “En primera medida lo que teníamos que hacer era la contención de la mamá. Estaba primero Camila (Núñez) con su niña, y teníamos que dar una contención. Después teníamos que estabilizarla. Pero fueron saliendo algunas cositas y fuimos actuando sobre la marcha, porque no teníamos bien definido. Sabíamos que la teníamos que proteger: era una testigo clave. Después se sumó Macarena (Benítez), que es la hija de Laudelina (Peña) y se sumaron los niños, los hermanitos. Eran los tres hermanos que estaban ahí, y también le teníamos que dar una contención, y ahí invitarlas a que cuenten su verdad, o lo que había había pasado. Ahí se comienza a desentrañar un poco y comienza a caminar el caso. Porque el caso estaba totalmente paralizado”.
- ¿Hay una línea de testimonio psicológico y una línea de testimonio jurídico? ¿Corren en cuerdas separadas o se pueden llegar a juntar?
- “Se puede llegar a juntar esto, pero ahí era el animar a las testigos, y también animar a la comunidad, por lo que hicimos una reunión en lo que se llama un CDI, que es un centro con una guardería, porque la verdad que 9 de julio es un pueblito chiquito. No tengo nombre para describir, porque era la verdad que mucha miseria y la gente, si había una que otra casita, más o menos, no tenía médico, no tenía psicólogo, no tenía ninguna atención. Estaban muy librados al azar, la gente pobre. Eso es 9 de julio, terrible 9 de julio. Cuando nosotros vamos y hacemos una intervención en el CDI, ahí nos damos cuenta que era peor de lo que nosotros pensábamos, porque la gente cobraba salarios muy, muy magros, y no tenían contención de ningún tipo. Había abuso de autoridad y abuso de muchas cosas que ahí comenzaron a manifestar miedo, y ahí los invitamos también a que comiencen a a denunciar todo lo que estaba pasando en 9 de julio, porque la gente estaba con mucho miedo y siempre el miedo desembocaba en abuso de autoridad. De todo tipo de abuso de autoridad”.
- ¿Cuánto tiempo estuviste?
- “Estuve hasta hace poquito, no sé cuántos días, ya la verdad que se pierden los días, se pierde la cuenta...