El titular de la Dirección General de Gestión Sanitaria, Miguel Ferre Contreras, se refirió a la situación en el sector público e hizo hincapié en la necesidad de tomar conciencia por parte la comunidad.
"Comenzamos con 108 camas y avanzamos en etapas: Primero a 120, luego 340 y en este momento contamos con 411 camas críticas para todo tipo de patología que requiera de estos cuidados y un total de 322 camas están destinadas exclusivamente a la atención de COVID-19", afirmó.
“En el Plan de Contingencia está además estipulada la capacidad de movilizar pacientes hacía otros sectores de ser necesario, para usar de manera lo más eficiente posible estas camas de cuidados críticos. En este momento si bien tenemos el 67 por ciento de las camas ocupadas, solamente 40 pacientes están con asistencia respiratoria mecánica (ARM). Como la disponibilidad de respiradores para adultos es de más de 300, tenemos la posibilidad de reconvertir y ampliar las camas en las cuales se pueda realizar ARM, en caso de que la situación lo necesite”, comentó el directivo.
“Para reconvertir una cama no hace falta solo la tecnología médica, sino también el recurso humano capacitado para atender a este tipo de pacientes. Vale la pena considerar que un respirador puede fabricarse en 45 días y de hecho en estos 5 meses adquirimos numerosos respiradores, pero médicos, enfermeros, kinesiólogos terapistas llevan muchos años de formación, lo cual puede ser un limitante”, reflexionó Ferre Contreras.
“Sería preocupante acercarnos a un porcentaje del 80 por ciento, porque hablaría prácticamente de una saturación del sistema con mucho impacto en nuestro recurso humano. El comportamiento de la sociedad nos ayudará a no llegar a esas situaciones angustiantes; el Sistema de Salud de la Provincia tiene capacidad de respuesta, no se encuentra colapsado, pero se acerca a un punto de tensión”, cerró.