Este jueves, la fiscal que investiga el crimen de Luis Espinoza, el trabajador rural asesinado en Simoca y abandonado en Catamarca, consideró que los policías detenidos por el hecho, llevaron a cabo un "despliegue importante para hacer desaparecer el cuerpo y que nunca fuese encontrado".
En ese sentido, tras asegurar que la cantidad de pruebas contra los nueve policías y dos civiles acusados es "inmensa", la fiscal Mónica García de Targa, en diálogo con el canal Todo Noticias, adelantó que hoy pedirá prisión preventiva para los once imputados.
Por otra parte, la titular de la Fiscalía de Instrucción I del Centro Judicial de Monteros, adelantó que formulará ese requerimiento durante la tarde, dado que el viernes se vencen los plazos para solicitar dicha medida al Juzgado de Instrucción correspondiente.
A su vez, los implicados en el crimen de Espinoza están acusados de "privación ilegítima de libertad seguida de muerte y desaparición forzada, por lo que podrían ser condenados a cadena perpetua", reveló un vocero de la fiscalía.
No obstante, para los acusadores, la situación procesal de los efectivos se complica por tratarse de miembros de la Seguridad del Estado y por que "ocultaron el cuerpo y negaron información sobre el paradero" del trabajador rural asesinado.
Consultada sobre el grado de participación de los acusados en el homicidio, García de Targa comentó que de acuerdo a las pruebas producidas hasta el momento, diez de los detenidos "habrían intervenido en la desaparición y muerte" de Espinoza (31).
Mientras tanto, el onceavo detenido es alguien que "accedió a traer algunos elementos hasta el lugar con un vehículo", como "una bolsa que utilizaron para colocar" el cadáver de la víctima. "Es un hecho muy complejo, todos cumplieron roles en el hecho, los cuales están definidos", agregó.
Asimismo, Targa remarcó que "la fiscalía tiene probado que el cuerpo fue trasladado hasta la comisaría de Monteagudo y que desde allí fueron cuatro personas las que lo llevaron a más de cien kilómetros, cruzando el límite con Catamarca".
"En este caso, más allá de la intención o no de matar, tenemos el resultado muerte" y que "hubo toda una actividad y un despliegue importante para hacer desaparecer el cuerpo y que nunca fuese encontrado", aseguró la fiscal y precisó que uno de los policías involucrados "había prestado servicio en esa zona (Catamarca), era conocedor del terreno y probablemente conocía a las personas que trabajaban ahí".
"La cantidad de prueba es inmensa, estamos terminando de procesarla, pero la causa continúa porque todavía tenemos muchas pericias para hacer, una cantidad que lleva su tiempo, no todas son de producción inmediata como la autopsia o el proyectil que se extrajo del cuerpo de la víctima", concluyó.