Gracias al aporte voluntario y solidario de empresas, organizaciones y personas permitió que Tucumán cuente con 2 mil camas adicionales en instalaciones extrahospitalarias para aislar a pacientes con síntomas leves o asintomáticos de Coronavirus, con objetivo de "liberar plazas de los hospitales para pacientes que lo requieran".
"En medio de tanta tristeza, esto refleja el otro lado de la pandemia", reflexionó la subsecretaria de Estado, Lucía Cebe. Debido al caudal de las donaciones, el gobierno dispuso montar una logística diseñada para registrar y transparentar las entregas de cada donante, que de esta forma podrá conocer el destino que se le dio a su aporte.
"Además de sueldos que donaron funcionarios, legisladores, miembros de organismos e instituciones públicas, hubo donaciones personales por lo que consideramos que era imprescindible crear este sistema", explicó Cebe, al referirse al dinero, insumos y cesiones de espacios que el Ministerio de Salud Pública recibe.
“Cuando la Organización Mundial de la Salud declaró la pandemia, nuestro mayor desafío era pensar qué íbamos a hacer con la cantidad de camas que necesitábamos para reforzar de manera extrahospitalaria y evitar que el sistema de salud colapse como en otros países”, puntualizó.
Por otra parte, la funcionaria expresó que las proyecciones de escenarios de complejidad arrojaban la necesidad de contar con unas 2.000 camas extras para cumplir con el objetivo de no saturar al sistema.
"Tuvimos grandes ofrecimientos por parte de empresas y organizaciones", comentó y resaltó que gracias a esos aportes, permitieron que Tucumán cuente con las camas extrahospitalarias necesarias. "Trabajadoras de un taller de costura aportaron elementos para el personal de salud y una señora elaboró alfajores de maicena para agasajar a enfermeros", destacó.
"Este es el otro lado de la pandemia y en medio de toda la tristeza que momentos como el que atravesamos genera, ver la reacción de nuestra sociedad tucumana es único", concluyó Cebe.