La historia de la Estatua de la Libertad, de la Plaza Mitre, de la ciudad de Concepción, estaba llena de misterio. Había distintas leyendas urbanas contadas sobre como llegó ese monumento a la ciudad. Pero el viernes falleció en esta ciudad, quien más luchó para que se conozca la verdadera historia, que fue conociéndose por distintos medios.
Se trata de Catalina Filomena Ferro, única hija que aún vivía del exintendente de Concepción Antonio Ferro. Nació el 15 de marzo de 1921 y había cumplido hace una semana 99 años. Casada con el médico Elvio Gustavo Rocchia y tenia 3 hijos: Jorge Alberto Rocchia Ferro, presidente de la Unión Industrial de Tucumán y conocido industrial azucarero de la provincia; Elvio Gustavo Rocchia y Alejandra Sandra Rocchia Ferro.
En la intendencia de su padre se instaló la Estatua de la Libertad, en 1917, en la Plaza Mitre. Ella hizo colocar, hace algunos años, una placa que está en la parte posterior del monumento, donde se recuerda a su padre.
Durante años entrevistó a historiadores, recorrió archivos de diarios y fue armando de a poco la historia real. Esta Estatua debía ser colocada para el centenario de la Independencia, el 9 de julio de 1916, pero fue inaugurada el Domingo, 14 de enero de 1917, a las 10.30, con la presencia del gobernador Ernesto Padilla y el intendente Ferro. La obra es del escultor Mario Gino.