La Universidad Nacional del Centro de la provincia de Buenos Aires (UNICEN) realizó en su campus de Tandil un acto de reparación y homenaje al médico veterinario Ricardo Alberto Téllez, único docente de esa institución desaparecido y asesinado durante la última dictadura militar.
La ceremonia se desarrolló en el marco de las actividades de “Marzo X La Memoria”, en el Decanato de la facultad de Ciencias Veterinarias de Tandil, unidad académica en la que Téllez se desempeñó como profesor desde 1971 hasta 1978, cuando fue secuestrado.
En el encuentro que se celebro en Tandil se entregó además una copia del legajo profesional de Téllez a su familia y se descubrió una placa en su memoria. El acto estuvo encabezado por el rector, Marcelo Aba; la vicerrectora, Alicia Spinello; el decano Rodolfo Catalano, y el vicedecano, Eduardo Castro, quienes rescataron su trayectoria como docente en las cátedras de Parasitología y Clínica de Pequeños Animales.
Este acto de reparación partió además de una iniciativa del proyecto de investigación histórica “La Dictadura cívico-militar en la Universidad Nacional del Centro: políticas, represión y transición democrática. 1975-1986″, creado y dirigido en la UNICEN por la historiadora Olga Echeverría, recientemente fallecida.
Quién era al médico veterinario Ricardo Alberto Téllez, el único docente desaparecido en la UNICEN de Tandil
Téllez tenía 34 años y residía en Mar del Plata pero viajaba todas las semanas a Tandil para dictar clases, y desde la comunidad universitaria lo recordaron como “un tipo comprometido con las y los estudiantes”, y también como “un militante político desde sus años de estudiante” en la Universidad Nacional de La Plata.
En mayo de 1978, fue secuestrado en Mar del Plata, al igual que su esposa de nacionalidad española, Antonia Margarita García Fernández (33). Junto a otros dos compañeros, Téllez y su mujer fueron llevados al centro clandestino de detención que funcionaba en la Base Naval de la ciudad balnearia.
De acuerdo a la investigación del caso, tras su secuestro, el médico veterinario y su mujer, profesora de educación física, fueron asesinados en la madrugada del miércoles 2 de agosto del mismo año, en una construcción semiabandonada camino a Chapadmalal, a 300 metros del balneario Luna Roja, donde las Fuerzas Armadas simularon la presunta explosión accidental de una bomba mientras era manipulada por “extremistas”.
Los restos de Téllez y su esposa, junto a los de Lilia Mabel Venegas Ballarini y Elizabeth Irma Kennel Marinelli, fueron llevados y enterrados sin identificación en el Cementerio Parque marplatense, junto a los de una quinta víctima cuya identidad aún se desconoce.
En el marco de los Juicios por la Verdad que se desarrollaron en Mar del Plata, el Tribunal Oral Federal en lo Criminal (TOF) local ordenó en octubre de 2008 la exhumación de una treintena de cadáveres sepultados sin identificación en el sector B de ese cementerio, que fue realizada por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).
A partir de análisis de ADN cotejados con los perfiles genéticos de familiares, en mayo de 2011 se logró identificar a Venegas, y dos años más tarde ocurrió lo mismo con Téllez y García Fernández. El trabajo del EAAF determinó además que las víctimas presentaban fracturas y lesiones, compatibles con la hipótesis de que fueron asesinadas a través de una explosión planificada.
Estos secuestros y homicidios, conocidos como “La masacre de Luna Roja”, fueron juzgados en el TOF marplatense, en el marco de los tramos 3 y 4 de la megacausa Base Naval. En febrero de 2016 fueron condenados a prisión perpetua Raúl Alberto Marino, ex jefe de la Base Naval; Rafael Alberto Guiñazú, ex comandante de la Agrupación de Buzos Tácticos, y Francisco Lucio Rioja, ex jefe de la sección Inteligencia del mismo predio de la Armada.
Los tres fueron hallados culpables de por los delitos de privación ilegítima de la libertad agravada, imposición de tormentos agravados por haber sido cometidos en perjuicio de perseguidos políticos, homicidio calificado y asociación ilícita.