La obesidad no es simplemente una consecuencia inevitable de una sociedad cada vez más sedentaria y con malas elecciones alimentarias, sino que también es una condición de la vida moderna. Según la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo de 2019, una de cada cuatro personas padece obesidad en nuestro país y este 4 de marzo se conmemora el Día Mundial de la Obesidad, en búsqueda de visibilizar la situación en distintas partes del mundo.
La obesidad es una enfermedad compleja desencadenada por causas interrelacionadas, pero a pesar de estas complejidades, la mayor parte del discurso público actual es simplista y culpa únicamente al individuo.
“Es una enfermedad crónica no transmisible y multifactorial. Entre los factores más importantes está el genético, que predispone el desarrollo de la patología. Sucede también que suele estar presente un estilo de vida que promueve una alimentación inadecuada, una actividad física insuficiente, etcétera”, reveló Bernardita Girolami, licenciada en Nutrición, MP 5102, en una entrevista para Vía País en marzo de 2022.
Definir la obesidad como una enfermedad es el punto de partida para tratarla, entenderla y prevenirla, ya que aumenta la responsabilidad del estado y la sociedad para aplicar intervenciones y promover una salud óptima. Las intervenciones preventivas y como parte integral del proceso de tratamiento, ayudan a reducir el riesgo de volver a ganar peso.
Qué es la obesidad
La obesidad es una enfermedad compleja desencadenada por causas interrelacionadas, desde la genética hasta los sistemas alimentarios disfuncionales. A pesar de estas complejidades, la mayor parte del discurso público actual es simplista, se centra en el mantra ‘come menos, muévete más’ y culpa únicamente al individuo.
“Es importante visibilizar el estigma del peso que sufren las personas con obesidad, es decir, los actos discriminatorios e ideológicos debido a su peso y tamaño. Las creencias e ideologías estigmatizantes pueden dar lugar a actos estigmatizantes”, indicó María Laura Oliva, docente en la licenciatura en Nutrición de la facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Austral.
Entender a la obesidad como una enfermedad puede cambiar el discurso público sobre la culpa del enfermo y las percepciones en los profesionales de la salud, para así fomentar una mayor empatía con los pacientes.
Obesidad en Argentina: una de cada cuatro personas es obesa
Según la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo de 2019, una de cada cuatro personas padece obesidad en nuestro país. “Para guiar a las personas que la padecen y modificar estas cifras alarmantes, debemos enfatizar en aquellas políticas que abordan los determinantes comerciales de la salud”, enfatizó Oliva.
En el ultimo tiempo, a nivel poblacional se han notado un aumento marcado de aumento de obesidad porque cambió el estilo de vida de las personas. “Somos más sedentarios que nuestros antepasados y hoy las personas están sentadas ocho horas en la computadora, con cambios laborales y también en la conducta: los niños vivían corriendo y hoy están detrás de una pantalla”, aseguró Girolami.
Cuándo la obesidad es peligrosa:
El exceso de adiposidad, o de grasa acumulada, hace que haya un menor o mayor riesgo de vida, aunque esto depende de dónde esté ubicada. “El mayor riesgo se provoca cuando está ubicada en el sector abdominal ya que allí está en contacto con todos los órganos y ahí hace que estos estén condicionados”, agregó Girolami.
Es fundamental concebir la obesidad desde su naturaleza, circunscribiéndola a la persona y su entorno, y así buscar intervenciones personalizadas, humanizadas, con respaldo científico, que le permitan a la persona optar por un estilo de vida más saludable en un entorno más amigable y seguro.