La comida y la gastronomía en Tandil es uno de los puntos fuertes de la ciudad, junto al turismo y el deporte. Si bien dentro del rubro culinario el referente por excelencia es el ‘’salame tandilero”, el alfajor es uno de los productos más nobles que tiene la comuna serrana, y dentro del rubro hay una que se destaca por una particularidad: creó uno con forma cuadrada y que se fabrica en una estación de trenes abandonada, a tan solo 30 kilómetros de la zona céntrica.
Con perfil bajo y con un sabor exquisito, Estaful, la empresa de alfajores de Tandil que nació de la mano, se metió rápidamente en los supermercados de la ciudad, en comercios de la ciudad de Buenos Aires y en los corazones de quienes los consumen.
María Angélica Santamaría, de 50 años, Yanina Loustanau y Marta Ojeda son las que le dieron vida a este delicioso producto dulce que se produce en Fulton, un paraje rural en el que viven aproximadamente 70 habitantes y está a 30 kilómetros de Tandil.
Como toda empresa, está rodeada de máquinas, aunque en Estaful, todo tiene un motivo, un por qué. Es que la elaboración y producción de los ‘’'alfajores cuadrados’, como los conocen en Tandil, están hechos en una estación de trenes abandonada y creada hace 108 años, que estuvo usurpada y que luego el Municipio de Tandil les concedió el lugar a las tres mujeres para consolidar la firma.
‘’Quisimos hacer el alfajor del pueblo y trabajamos un año entero para hacer los sabores y también para reacondicionar todo. Llevamos agua corriente y para nosotras fue un cambio: teníamos nuestro propio emprendimiento, ya que en el campo no hay trabajo para las mujeres”, confiesa a Vía Tandil María Angélica, que recuerda con emoción los primeros pasos que como todos, fueron duros: estuvieron más de un año y medio sin tener ganancias, hasta que el mercado les permitió causar sensación con los sabores limón, vainilla, café con pasas de uva y chocolate y nuez.
Mientras relata el origen de Estaful, allá lejos por 2013, confiesa que para ‘’darle forma’' al reconocido alfajor, tuvieron en cuenta el origen del mismo. ‘’Antiguamente eran cuadrados como una torta y se cortaban en porciones. Después los empezaron a hacer redondos por la creencia que la tierra era redonda’', cuenta María Angélica.
Con casi 10 años en el mercado, cuenta que los turistas que visitan Fulton quedan eclipsados a quienes llegan a Estaful. Es que desde el nombre (hace referencia a la combinación de Estación y Fulton), hasta la fábrica, hacen que cada rincón sea significativo.
‘’A la gente le gusta mucho el lugar porque es un edificio de 108 años y está muy lindo. Yo siempre digo que tenemos que explotar ese edificio, es bellísimo. Estamos arreglando una sala que estaba abandonada para que la gente pueda tomar un cafecito y comer un alfajor’', explicó la fundadora de Estaful, que confiesa que en la actualidad fabrican 2000 alfajores cuadrados por semana.
Cómo llegar a Estaful, la empresa de alfajores cuadrados de Tandil
Para llegar a Estaful, la empresa de alfajores cuadrados de Tandil, hay que dirigirse al paraje rural de Fulton, a 38 kilómetros de la ciudad. Es por eso que para llegar a la estación de trenes en donde se encuentra la fábrica, hay que ir por la ruta 226, en dirección a la costa atlántica, por la ruta 74 camino a Ayacucho, tomando luego a la derecha, por el acceso de tierra, en paralelo a las vías del tren.