Dentro del proyecto de puesta en valor de las instalaciones del Ex Molino Werner, se consideró necesaria la demolición del tanque de agua, una estructura de hormigón armado de 34 metros de altura y 115 tn. de peso (vacío), con una copa de 6 metros de ancho, 6 metros de largo y 3 metros de altura.
El problema del tanque en desuso consistía en que de las cuatro columnas una ya se encontraba colapsada con riesgo de derrumbe, por lo que los trabajos de apertura de las calles Centeno, Chacabuco y Alsina, se encontraban suspendido, debido a que la vibración de las maquinas ponía en riesgo la estabilidad.
En una oportunidad se analizó con el Ejército Argentino la posibilidad de realizar la demolición con explosivos, pero debido a que los edificios lindantes al tanque fueron declarados Patrimonio Histórico se descartó esta alternativa debiéndose realizar la demolición en forma mecánica.
La misma se realizó con una maquina topadora D9 y cables de acero, aprovechando el descampado en el predio lindero que permitió demoler el tanque hacia el lateral de las construcciones. Éste cayó sobre una cama de neumáticos colocados para disminuir la vibración de la caída.
Resta finalizar la demolición del sector inferior y el retiro de escombros.