El último contacto que Carola Ayelén Desuque tuvo con su familia fue el 2 de enero pasado, cuando intentó hablar con su madre, Gabriela, encuentro que no se concretó. Al día siguiente, un hermano de Carola fue hasta su casa y no la encontró. Desde ese momento, Gabriela intentó comunicarse sin obtener respuesta.
Según relató la madre, desde hacía tiempo luchaba para sacar a su hija de la adicción a las drogas y por ese motivo estaban distanciadas. Dijo también que Carola es muy reservada y que cuando se enoja se aleja y no quiere que le invadan el espacio. Por ese motivo dejó pasar unas 3 semanas hasta hacer la denuncia en la policía.
El reclamo por datos sobre la mujer ya alcanzó las redes nacionales e internacionales a través del Sistema Federal de Comunicaciones Policiales (Sifcop).
Los investigadores recibieron información de un amigo de Carola que la vió haciendo dedo, el 10 de enero, sobre el acceso a Santa Rosa por la Ruta 5, dato que pudo ser confirmado al revisar las cámaras de seguridad de un hotel, en la que se la ve claramente, sola y con una mochila.
Posteriormente, ingresaron a sus correos electrónicos y pudieron verificar, a través de las direcciones de IP, que se había registrado desde Buenos Aires.
A su vez, un agente del Gobierno de la Ciudad se contactó con la madre y le contó que Carola había tramitado un subsidio, pero que al no reunir los requisitos para conseguirlo, le habían ofrecido pasar la noche en un refugio, que ella desestimó. Y que quedaron en volver a reunirse en unos días pero que no volvió a verla.
Por último, la madre expresó que Carola había decidido hace poco dejar la medicación que tomaba por su adicción y que también había terminado una relación sentimental. Ante cualquier dato, se pide contactarse con la policía.