Poco antes de la medianoche de este lunes, el intendente de Bernasconi, una localidad ubicada a unos 160 kilómetros al sudeste de Santa Rosa, fue sorprendido junto a un policía y otros familiares mientras comían un asado para festejar el cumpleaños de su esposa.
El episodio ocurrió en la calle Amelio Buzzi de la localidad cuando, mediante un llamado anónimo a la Dirección de Epidemiología de la provincia, un móvil policial fue al lugar y constató que se estaba desarrollando una celebración y que se encontraba nada menos que el intendente, Miguel Ángel Kittler.
El asado se realizaba en el domicilio particular del propio jefe comunal, en la parte de atrás de la casa donde funciona un hospedaje, y participaban, además del intendente, la homenajeada y el policía, otras seis personas.
Según la causa policial, de inmediato se labraron actuaciones a todos los presentes por violar los artículos 205 y 239 del Código Penal y se les incautaron los vehículos en los que se movilizaban. Además, la Jefatura de la Policía decidió iniciar un sumario administrativo y pasar a pasiva al policía.
El artículo 205 dice que "será reprimido con prisión de seis meses a dos años, el que violare las medidas adoptadas por las autoridades competentes para impedir la introducción o propagación de una epidemia", y el 239 penaliza a quien "resistiere o desobedeciere a un funcionario público en el ejercicio legítimo de sus funciones".