El Tribunal Oral Federal de Santa Rosa condenó a Alexander Rojas, de General Pico, a la pena de ocho años de prisión por "explotación económica de la prostitución ajena por medio de amenazas, violencia y vulneración" y "trata de personas en su modalidad de captación con fines de explotación sexual consumada".
El fallo cierra un oscuro capítulo en la vida de "Aleida", nombre ficticio de una joven nacida en San Luis, de 22 años, que sufrió maltratos psicológicos y físicos desde chica trabajando en el campo y que, finalmente, pudo contar su historia que derivó en la condena del proxeneta.
Según su relato, que surge del expediente al que accedió TN.com.ar, la joven llegaba todos los días a las siete de la tarde a la esquina de Torres y Spinetto, próximo a la rotonda del avión, en Santa Rosa, La Pampa, donde esperaba a sus clientes.
Les cobraba 500 pesos a cambio de sexo vigilada a pocos metros por Rojas quien, cuando se iban los hombres que se aprovechan de su vulnerabilidad, se acercaba, le pedía la plata y volvía a su silla.
A raíz de algunas denuncias de vecinos, la policía pampeana habló con Aleida, que sistemáticamente defendía a Rojas, al que había conocido en la cárcel, cuando fue a visitar a su pareja de entonces y con el que se cruzaron miradas, se intercambiaron teléfonos y se fueron a vivir juntos cuando el proxeneta salió de prisión, a fines de 2018.
Pero el 30 de mayo de 2019, la policía allanó la casa en la que convivían por orden del juez Carlos Chapalcaz, se llevaron detenido a Rojas y pudieron hablar con ella, que poco a poco se animó a relatar la historia de maltrato y vulnerabilidad de la que era víctima.
En el juicio, el fiscal Leonel Gómez Barbella y el fiscal auxiliar Federico Iparraguirre solicitaron diez años de prisión para el acusado y los jueces del Tribunal José Mario Tripputi, Pablo Díaz Lacava y Marcos Aguerrido, condenaron a Rojas a 8 años de prisión.