El acto del Día de la Lealtad realizado por el Frente de Todos, este jueves, en el Parque Recreativo Don Tomás de Santa Rosa y que contó con la presencia de Cristina Kirchner y Alberto Fernández, dejó una serie de críticas, de variada índole, de diversos sectores involucrados.
Por un lado, los periodistas acreditados se vieron conminados a una especie de "corralito" en una tarima, bastante lejos del escenario principal, con el sol bien en contra, fatal para los fotógrafos, con las banderas agitadas y con el brazo de la grúa de una de las cámaras de la transmisión oficial que se les cruzaba todo el tiempo por delante.
Por otro lado, el reclamo de algunos vendedores ambulantes que esperaban buenas ventas de acuerdo a las estimaciones de asistencia y que tuvieron contacto con algunos militantes de otras provincias que les confiaron las condiciones en las que venían.
Según el testimonio de uno de ellos, trajeron "59 micros" (doble piso), comida asegurada para todos y "2.100 pesos" a cada militante, como relata en un audio que se viralizó en las redes sociales, y que critica la poca gente que concurrió, cosa que nunca se pudo verificar a simple vista pues el dron de la transmisión oficial no enfocó nunca la parte trasera del gentío.
Y un párrafo especial merece la "decena de aviones privados" que aterrizaron en el aeropuerto local, según informa La Nación, y que transportaron a varios gobernadores y a encumbrados dirigentes nacionales del partido organizador, que repitió lo sucedido semanas atrás en Mendoza, en la reunión de Alberto Fernández con los gobernadores peronistas.
Cualquier estimación dará un número suficientemente importante en el gasto realizado para el acto, algo que por cierto nunca se podrá verificar fehacientemente pero que da la pauta "de lo que es capaz el peronismo unido cuando se moviliza", en palabras de una fuente ligada al Partido Justicialista.