En la tarde de este viernes, el salón del Concejo Deliberante de Santa Rosa fue el escenario donde se desarrolló la primera Asamblea Feminista Abolicionista, actividad organizada por la RedPar (Periodistas de Argentina en Red Por una Comunicación No sexista).
El encuentro contó con la presencia de Alika Kinan, una sobreviviente de la trata de personas con fines de explotación sexual que en 2012 fue rescatada del prostíbulo "Sheik", en Ushuaia, y tiempo después abrió la fundación Sapa Kippa, que lucha por las mujeres víctimas de trata.
En la actualidad, Kinan es directora del Programa de Estudio, Formación e Investigación sobre Trata de Personas de la Universidad Nacional de San Martín (Unsam).
En la cabecera de la reunión, Kinan estuvo acompañada por Mónica Molina, integrante de la RedPar y ex directora de Género en la gestión municipal de Francisco Torroba, y por Alicia Iribarren, quien fue concejal en esos años y trabajaron para la implementación de políticas públicas que pusieran freno a las situaciones de prostitución.
La Asamblea comenzó con la palabra de Molina agradeciendo la presencia de Kinan desde todos los colectivos de compañeras abolicionistas, que comparten el "objetivo que es central, marcar que la prostitución no es un trabajo".
Kinan advirtió que el delito de trata de personas incluye a travestis, trans y gays, porque se trata del "delito de captación, traslado y acogimiento de una persona, con una finalidad específica, que puede ser la explotación laboral o explotación sexual".
"Yo tengo una línea de trabajo que es la producción de conocimiento académico en la universidad. Hoy estoy en la Universidad de San Martín, armé un programa de estudio, formación e investigación en trata y explotación de seres humanos porque creo firmemente que tenemos copadas las universidades en toda Latinoamérica por parte del regulacionismo, que tienen una estrategia clara de meter investigaciones para poder legalizar la prostitución en nuestro país", explicó.
"El plan es, desde todas las universidades nacionales, comenzar a trabajar con investigadores para producir conocimiento y que tenga incidencia en el ejecutivo, legislativo y judicial. Las abolicionistas tenemos que colgarnos de la Ley Micaela, tenemos que colarnos en la ESI (Educación Sexual Integral), tenemos que colar todas estas problemáticas en los encuentros de mujeres", concluyó.