El norte de la provincia de Santa Fe es una de las regiones que más sufre los efectos de una crisis hídrica con pocos precedentes. La falta de lluvias, y la sequía acentuada por una impiadosa ola de calor ponen en jaque a los productores, que aseguran que ya perdieron más de 3.000 cabezas de ganado y millones en cosechas; y vieron desaparecer varias lagunas de la zona.
La falta de agua que viene afectando el área santafesina hace más de medio año, y que continúa haciendo decrecer los niveles del río Paraná, deja a su paso nuevas e impactantes imágenes del fenómeno en el norte de la provincia. Según los registros, en los últimos seis meses sólo llovieron 40 milímetros, cuando la media suele ser de 850 milímetros en un año normal.
La intensidad de La Niña en la región obligó a varios productores a solicitar la apertura de una compuerta del río Salado a Santiago del Estero, para que el flujo de agua permita mantener el ganado y las cosechas hasta que cese el fenómeno.
“Es la muerte anunciada porque de una sola aguada están tomando agua 1700 cabezas entre grandes y chicas. El problema es muy grave. Vinimos varias veces con las retroexcavadoras, pero ya no podemos ir más abajo porque se va a echar a perder el agua al infiltrarse agua salada”, explica a La Nación un productor de la localidad de Tostado y agrega conmocionado: “Es desgarrador porque a la noche se escucha a los terneros que se quedaron sin madre que balan hasta morir”.
¿Por qué Santa Fe no recibe suficiente agua de las compuertas de Salta y Santiago del Estero?
En este contexto, productores y parte del arco político santafesino reclamaron que las provincias de Santiago del Estero y Salta realicen una mayor apertura de las compuertas sobre el río Salado para así completar los 3 metros cúbicos por segundo que la provincia litoraleña debía de recibir de agua según un acuerdo interjurisdiccional firmado en 1988.
Si bien el reclamo no fue atendido, el pasado 9 de enero Santiago del Estero abrió una pequeña compuerta en un reservorio de agua y permitió el abastecimiento en localidades productoras. La solución, no obstante, es temporal.
“Esperamos que el nivel del río en este tramo se normalice en una semana a diez días. No resolverá las cuestiones de fondo, pero al menos ayudará a mitigar los problemas de los campos cercanos al río”, explicó el ministro de Producción de Santa Fe, Daniel Costamagna. Y aclaró: “En el caso de los productores que no están sobre el río Salado, estamos entregando aportes económicos que les permitan comprar alimentos para la hacienda, realizar perforaciones, pagar por el transporte del agua”.
El funcionario, no obstante, reconoció que la solución de fondo pasa por obras que aún no se llevaron a cabo pero se están encarando en los Bajos Submeridionales: “Se está haciendo una inversión que hasta el día de hoy son alrededor de 350 millones de pesos que ya están sobre el territorio. Necesitamos más de la Nación. Estamos esperando un acompañamiento; aún no ha llegado”.