Unos 43 policías fueron pasados a disponibilidad o se les abrió una investigación por mal desempeño en la última semana. La Justicia investiga casos de abuso de autoridad, violencia institucional, realización de procedimientos truchos y hasta de narcotráfico.
La policía se está "autodepurando" dijo el ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro, celebrando que salieran a la luz estos casos, pero que no hacen más que dejar en evidencia que muchas veces los integrantes de la fuerza están más del lado de los delincuentes que de los ciudadanos.
Todo comenzó el lunes, cuando una veintena de policías santafesinos cayeron detenidos en un megaoperativo realizado por Gendarmería Nacional, personal de Asuntos Internos y de la División Judiciales de las fuerzas provinciales.
Se los investigaba desde hacía dos años por apremios ilegales, tortura, robo calificado y otros delitos, y finalmente se resolvió su pase a disponibilidad.
A mitad de semana se conoció el caso de seis policías de la comisaría 12° de Santo Tomé, que fueron acusados de haberle propinado una salvaje paliza con una cadena a una pareja gay a la que habían interceptado en la vía pública, persiguieron y retuvieron durante cuatro horas.
Una de las víctimas, que tiene una discapacidad, perdió el conocimiento por la brutal golpiza. Los agresores fueron arrestados, aunque luego recuperaron la libertad. Otros nueve agentes quedaron bajo investigación.
Finalmente, en Reconquista, otros dos policías terminaron tras las rejas al encontrarles dos kilos de cocaína en su poder. Tras ello, se ordenaron ocho allanamientos en esa localidad y dos en Rosario, con el saldo de otros ocho arrestados y el secuestro, marihuana, cocaína, armas, municiones, teléfonos celulares, dinero, motos, autos.
Días atrás el propio Pullaro había señalado que en los últimos tres años más de 900 efectivos habían sido destituidos o pasados a disponibilidad. El número sigue creciendo.
