La confirmación de que el cuerpo hallado dentro de la avioneta era de Emiliano Sala fue un verdadero puñal al corazón en los integrantes de su familia, amigos, compañeros de equipo. Otra persona que también sintió un inmenso dolor fue Luiza Ungerer, la novia brasileña del futbolista, a quien conoció en su paso por Nantes.
Luiza es jugadora de voley y llegó a esa ciudad francesa con el sueño de ser jugadora profesional. No sólo logró cumplir con el objetivo sino que también encontró el amor. Allí comenzó a salir con el goleador.
En diálogo con O Globo, la mujer contó que Emiliano "estaba muy contento" de jugar en el Cardiff City. "Era su sueño, jugar la Premier League, el mejor campeonato del mundo", precisó.
Si bien no vivía más en Nantes ya que Luiza había sido transferida al Béziers Angels, el campeón defensor de la liga francesa, la líbero brasileña se mantuvo en contacto con Sala. Y es por eso que sintió un profundo dolor en medio de tanta incertidumbre por la búsqueda del avión que trasladaba al delantero.
"Siempre he esperado, porque en esas horas tenés que hacerlo. Hasta el momento en que anunciaron que habían encontrado un cuerpo yo tenía ilusiones. Pero al mismo tiempo, pensé: 'Espero que sea así'", contó en la entrevista.
"Fue mucha la angustia de no saber dónde estaba el avión, y de no saber lo que iba a suceder. Las búsquedas no deberían haber parado. Todos los días fueron angustiantes", manifestó la jugadora de voley.
Ungerer conoció al santafesino a través de Instagram, en septiembre de 2017. Luiza y Sala se pusieron en contacto, cuando jugaban para los equipos de voley y fútbol del Nantes. Poco tiempo después comenzaron a verse y comenzaron a salir. La mujer contó que Emiliano era discreto y tímido en su vida personal.
El cambio que conlleva sus profesiones puso en duda la relación sin embargo, Luiza desde Béziers y Emiliano desde Cardiff iban a continuar en contacto. No pararon de hablar, ni siquiera cuando ella viajó a Brasil a fines del año pasado.
Luiza relató que a Emiliano "todos lo reconocían, le hablaban y le pedían fotos pero para él eso era muy sorprendente, por es una persona sencilla. Tiene un corazón puro, no tiene maldad, incluso es ingenuo a veces".
La nacida en Río de Janeiro jugó en tres clubes de Brasil y ganó la Superliga con Rexona/Ades dos veces. Más que una profesión, el voley fue también fue la salvación en tiempos de desesperación.
El sábado, menos de 48 horas después de la confirmación de la muerte de su novio, volvió a jugar pese a la insistencia del entrenador de que descansara. Según Luiza, el único momento en que puede quedarse sin pensar en ello es cuando juega, aunque a menudo las lágrimas caen al final de los partidos, en el vestuario, incluso en los días de victoria.
La última vez que Luiza habló con Sala fue el día del vuelo. "Lo que yo quería era que volviera, pero de ninguna manera. Hay mucha gente que sólo me pregunta cosas horribles sobre el accidente. Es realmente muy difícil", precisó angustiada.
"Ahora tengo que estar feliz por mí y por él. Intentaré vivir para mí y para él. Creo que eso es lo que voy a intentar hacer. Intentaré ser lo más feliz posible porque eso es lo que él quiere", cerró la brasileña.