El Ministerio de Seguridad de Santa Fe retomó este miércoles su plan para restringir las condiciones de alojamiento y visitas a los presos y anunció que habrá nuevas medidas de control sobre internos de alto perfil en los penales de la provincia.
La reducción en el peso máximo de paquetes que ya había sido rechazada por la Justicia se incluye entre los puntos de la reforma, la cual esta vez sólo alcanza a los presuntos integrantes de bandas de narcotraficantes. Según informaron desde la cartera, los visitantes no podrán llevar más de un kilo y medio para entregar a los reclusos.
El secretario de Asuntos Penitenciarios Juan Manuel Martínez Saliba explicó en conferencia de prensa que los encuentros con los detenidos sólo estarán disponibles para familiares directos. En cualquier otro caso se requerirá una autorización previa y el contacto no será directo sino a través de un blindex. A su vez, no podrán permanecer allí más de dos horas.
Respecto del funcionamiento de las cárceles, el funcionario destacó la colocación de inhibidores de señal y custodia fija de dos agentes de la Guardia Operativa de la Restitución del Orden (Goro) en el ingreso a los pabellones. Las entradas tendrán arco y paleta para detectar metales, mientras que tanto los espacios comunes como la guardia de ingreso serán vigiladas con cámaras de video.
A fines de evitar comunicaciones irregulares en los penales, el ministerio también anunció que el personal que esté en contacto con los internos no podrá tener teléfono celular mientras esté en funciones.