Empleados municipales nucleados en la Festram se declararon en estado de alerta y movilización en reclamo de una recomposición salarial y del pago del bono de $3.000 por trabajar durante la pandemia. Además reclamaron una actualización de las asignaciones familiares y rechazaron despidos de trabajadores informales en algunos municipios y comunas.
"Nos encontramos en estado de alerta y movilización por el deterioro de las condiciones salariales y laborales", señalaron y agregaron que mochos empleadores utilizaron el contexto de pandemia para abusar de las condiciones laborales de los trabajadores.
Por otro lado, destacaron que hasta mayo la inflación fue del 11,2%, mientras que los alimentos subieron 15,32% en el mismo periodo. Sin embargo, aseveraron que el salario mínimo del sector se encuentra congelado en $29.400 desde diciembre. "El Estado empuja a trabajadores y trabajadoras de Municipios y Comunas por debajo de la línea de pobreza", apuntaron desde Festram.
De acuerdo a sus cálculos, el salario de bolsillo promedio en pesos para el mes de mayo, utilizando el índice general perdió $4.501 de poder adquisitivo, mientras que utilizando el índice de alimentos la pérdida alcanza a la suma de $5.933.
No cabe duda, “de la urgente necesidad de actualizar los salarios, dado que los trabajadores de Municipios y Comunas – sector esencial directamente vinculado a la lucha territorial contra el coronavirus- venimos aportando solidariamente un crédito salarial promedio de $15.700. Esto implica, que desde principio del año 2020 hasta mayo los trabajadores dejaron de percibir el monto antes mencionado, que en términos de recursos, generó un ahorro a los gobiernos locales de $700 millones de pesos en concepto de gastos corrientes”, dispararon.
