Después de la experiencia que se aplicó el fin de semana largo del 9 de Julio, el Gobierno de Santa Fe anunció que este sábado y domingo volverán a reforzar los controles en los ingreso a la provincia para evitar la llegada de particulares y familias que no tengan una autorización válida en el marco del progresivo crecimiento de la curva de contagio de coronavirus dentro de "la bota".
La semana pasada hubo más de 300 vehículos rechazados sobre todo en las rutas del sur de Santa Fe con personas domiciliadas en la Capital Federal y la provincia de Buenos Aires que pretendían llegar a Rosario y otras localidades de alrededor. Lo mismo pasó en la frontera norte con Chaco y en menor medida en los sectores limítrofes con Córdoba, Entre Ríos y Santiago del Estero.
"Quien no pueda demostrar el motivo de su viaje va a tener que regresar a su lugar de origen", insistió este viernes Osvaldo Aymo, titular de la Agencia Provincial de Seguridad Vial (APSV), en contacto con Radio 2 y aseguró que "vamos a continuar con los férreos controles en los cuatro puntos cardinales de nuestra provincia, solicitando la documentación respaldatoria pertinente".
Según estadísticas de la propia agencia fueron un total de 41.580 los controles que se realizaron en 26 puestos de fiscalización que volverán a estar activos para este fin semana.
El funcionario dijo que los retenes son “sumamente estrictos”. La medida se confirmó en la previa de la posibilidad que el gobernador Omar Perotti decida restringir las reuniones familiares afectivas y familiares solo a lo días domingos.