Una familia santafesina que lleva cinco años viviendo con un carpincho se convirtió en la protagonista de un procedimiento con un final insólito por la tenencia de fauna silvestre. A partir de una denuncia, Gendarmería Nacional fue al lugar para retirarlo el último viernes, pero los vecinos se resistieron y "Pancho" pudo quedarse en el barrio que lo adoptó hace un buen tiempo.
El roedor que suele tomar sol por la tarde en las calles y "come de todo" se convirtió en noticia nacional por la triste imagen de Jorgelina, la nena de 8 años que empezó a llorar cuando los uniformados fueron a llevárselo a la esquina de Risso y Estrada la semana pasada.
Su hermana mayor, Lucrecia, contó que la niña y su extraña mascota dormían juntos desde que se conocieron, aunque ahora cada uno tiene su cama. "Para nosotros es un perro más", dijo en un reportaje con TN este lunes después del episodio que vivieron hace algunos días.
Hace cinco años, un grupo de chicos del distrito costero de Alto Verde salieron a cazar y mataron a la madre del carpincho. Juan Caravallo decidió traerlo a su casa y se convirtió en un nuevo integrante de su familia. Así como ahora se lo ve gordo y grande mientras pasea por las calles de barrio San Martín, cuando era chiquito le daban la mamadera.
"Es un gordo mamengo. Hoy comió pollo, ñoquis, le dieron de todo", comentó una de sus dueñas sobre el impacto que tuvo el salto a la fama del animal. Tras lograr que se quedara con ellas, Lucrecia contó que "Pancho" es muy querido por sus vecinos y que normalmente entra mientras miran televisión en otras casas. Si bien deja tocar, no le gusta que lo agarren, algo que quedó más que claro este viernes.