Después de dos años, la Autopista Rosario-Santa Fe vuelve a cambiar de manos. A partir de esta semana, la Dirección Provincial de Vialidad se hace cargo de las reparaciones junto con la administración del corredor, lo que de momento no implica cambios en las tarifas de los peajes.
A través de un decreto que lleva la firma del gobernador Omar Perotti, el Ejecutivo decidió tomar un nuevo rumbo ante el vencimiento del contrato con el fideicomiso vigente hasta este martes. La Casa Gris pretende crear una unidad ejecutora especial en la que el Estado participe como principal responsable de la explotación del corredor.
La ministra de Infraestructura, Silvina Frana, le explicó a El Litoral que el plan contempla avanzar a través de la sanción de una ley dentro del próximo año. En lo inmediato dejará de intervenir el Banco Municipal de Rosario, el cual se quedaba con el 2 por ciento de la recaudación en las cabinas. La funcionaria destacó al respecto que el dinero "vuelve ahora a la provincia".
Por otra parte, la resolución del 27 de marzo pide una auditoría de la gestión por parte de la Sindicatura General y el Tribunal de Cuentas de Santa Fe. A principios de 2018 el peronismo ya había cuestionado la rescisión del vínculo con la concesionaria anterior por parte del gobierno del Frente Progresista.