Con nuevo nombre y cambios que intentan cosechar las adhesiones clave de la oposición, el Ejecutivo santafesino enviará la semana próxima a la Legislatura el proyecto de ley de Necesidad Pública que tiene dos ejes de emergencias: una alimentaria, social y de salud, y otra de seguridad.
El anunció lo hizo este miércoles el ministro de Gestión Pública, Rubén Michlig, quien además compartió con la prensa detalles de los puntos que componen la iniciativa.
El funcionario remarcó que, sobre la cuestión social, se pretende "crear un fondo de Emergencia Alimentaria para llegar a aquellos que no recibirán la Tarjeta Alimentaria".
Ese fondo será de "unos 2.500 millones de pesos, conformado por fondos de Rentas Generales y, eventualmente, de programas nacionales".
"Para darnos una idea, la Nación fijó un monto de 500 millones de pesos mensuales para la Tarjeta Alimentaria; nosotros, con la Emergencia Alimentaria, planteamos 200 millones de pesos mensuales", indicó el funcionario santafesino en declaraciones difundidas por el gobierno provincial.
Además, destacó que se busca generar un Fondo de Emergencia Sanitaria, también por unos 2.500 millones de pesos, "para potenciar al Laboratorio Industrial Farmacéutico y a programas de salud provinciales".
Michlig mencionó también a la generación de "un fondo de Emergencia en Seguridad", que será destinado a "equipamiento y para favorecer la movilidad del personal de seguridad".
"También, proponemos el congelamiento de las tarifas de servicios públicos y la instrumentación del boleto educativo a partir del ciclo lectivo en el mes de marzo. Para que esto sea posible, necesitamos indefectiblemente estas herramientas porque con el presupuesto aprobado esto es muy dificultoso", añadió.
El ministro concluyó que "esas herramientas le permitirán a comunas y municipios renegociar sus deudas".
Con el proyecto que contiene un mayor nivel de detalle en comparación con los planes de emergencia que habían sido sometidos a votación legislativa en diciembre, desde la Casa Gris buscan precisamente contentar a la oposición que no quería entregarle "un cheque en blanco" a Perotti.