En enero de este año el intendente Ismael Passaglia anunció que la Provincia había reservado $129 millones de su presupuesto para iniciar el entubamiento del zanjón. Sin embargo, los meses pasaron y las obras continúan pendientes. A esto se suma el reclamo de los vecinos por falta de cuidado y riesgo de desborde por lluvias.
"Están los yuyos altos, y cada vez que llueve, rezamos para que no entre agua porque en tramos sobrepasa el nivel", le contó Juan Carlos, un vecino de barrio 9 de Julio, a Vía San Nicolás. Cabe destacar que su cauce atraviesa de punta a punta la parte sur desde la autopista hasta su desembocadura en el río Paraná.
Si bien en ese entonces el intendente comentó que se estaba definiendo el momento para ejecutar el llamado a licitación, los ánimos parecen haberse crispado tras las últimas tormentas. De hecho, días después del anuncio se registraron anegaciones en la zona porque el zanjón rebasó su límite.
“Hace dos años más o menos también se habló de que iban a entubar casi tres kilómetros y no pasó nada”, esgrimió Juan Carlos. En facto, en 2015 los técnicos de Obras Públicas e Hidráulica de la Municipalidad delimitaron un proyecto de redefinición de la traza consumado para no antes del 2016, pero no se concretó.
El plan contempla la profundización del cauce del zanjón, su revestimiento con hormigón y un cercamiento con losa. El argumento municipal señala que una vez entubado y soterrado, ya no estará expuesto a inconvenientes como malezas o residuos, y que se simplificarán las tareas de saneamiento.
