Hija de Dolores Amaya, remera que con tan sólo 16 años participó de los Juegos Olímpicos de Atlanta, Sol Ordas no siente que haya alcanzado la gloria y eleva la vara para las próximas competencias. "Todavía no me doy cuenta. Esto recién empieza", sostiene.
Antes de recalar en el remo, probó con gimnasia deportiva, natación, vóley y hockey. Pero ninguna de esas actividades lograba colmar sus expectativas.
"Empecé remo porque no me quedaba otro deporte por probar. No era algo que me convencía, pero arranqué con una amiga", confía a RadioNet. Eso ocurrió a finales de 2014, cuando todavía no estaba en sus planes convertirse en una de las jóvenes promesas de la disciplina a nivel nacional. "No tenía un objetivo, era para divertirme", recuerda Ordas.
Pero su destreza y talento innato hicieron que a finales de ese año comenzara a competir para formar parte de la Selección Argentina, primera meta alcanzada. Entre 2016 y 2017 participó de varios torneos que le dieron roce internacional, y este 2018 estableció un nuevo récord mundial en República Checa.
"Pasar a otro nivel fue algo que pasó, no lo decidí. Y si bien lo disfruto, fue dura la parte de estar lejos de mi casa tanto tiempo por los entrenamientos y las competencias", repasa Sol, quien tiene como nuevo objetivo los Juegos Olímpicos de Buenos Aires.