Pasaron ya dos semanas y la réplica del submarino ARA San Juan continúa varada en la ciudad. Y si bien sus integrantes pagaron la multa por los carnets vencidos, todavía no pudieron llegar a Rosario, lugar donde pensaban hacer una parada obligada para dar charlas en las escuelas.
"Durante el viaje se nos venció el permiso de vialidad, por lo que necesitábamos llegar hasta Rosario porque sólo hay dos o tres puntos en todo el país", contó Gustavo Martínez, de la Agrupación Isabel, en diálogo radial.
El destino final será Oberá, en Misiones, tierra de la única submarinista mujer Eliana Krawczyk. Pero, súbitamente, esos planes se vieron alterados al llegar a San Nicolás. Si bien se mancomunaron esfuerzos entre las agrupaciones de ex combatientes de las dos provincias, no hubo respuestas. Incluso, Martínez remarcó que cuando llegaron al Municipio, los hicieron esperar casi dos horas y no los atendieron.
"La policía no nos informa nada, nos derivaron al Tribunal de Faltas de Don Torcuato donde pagamos una multa de $21.700 pensando que nos iban a liberar. Pero pagamos y no nos dejaron ir", sostuvo, a la vez que reiteró "que nadie se acercó a ayudarnos" y piden colaboración de los vecinos.
Este monstruoso proyecto llevó 11 días de trabajo. El resultado: una réplica de metal que pesa 10 mil kilos y mide 16 metros de largo y 7 de alto. Alrededor de 15 personas colaboraron para su construcción, y en enero arrancaron con esta recorrida a la que se sumaron dos mujeres y cuatro hombres. "En principio íbamos a hacer un mural", habían deslizado a Vía San Nicolás.