La oficial de la Policía Local, Brenda Gasparri, quedó imputada por homicidio calificado luego de matar de un disparo en la espalda a Mauro Garfagnoli en barrio San Francisco, quien se encontraba prófugo tras haber accedido a un régimen de salidas transitorias en la cárcel de Bardero.
El pasado viernes arrojaron un explosivo del tipo casero a su vivienda, que no llegó a detonar, y este jueves se pedirá la prisión preventiva. La joven se encuentra bajo arresto domiciliario y continúa sin prestar declaración, tomando ayer igual postura ante la requisitoria judicial.
En cuanto a los resultados de la autopsia, la fiscal Franca Padulo había adelantado que se trató de un solo disparo, no pudiendo determinarse la distancia desde la cual se ejecutó. La bala ingresó por el omóplato izquierdo y lesionó los pulmones y el corazón.
Se presume que el atentado que sufrió Gasparri tendría vinculación con el intento de suicidio de la hermana de la víctima, Jésica Garfagnoli. Sufre de depresión y pretendió acabar también con la vida una de sus hijas y de su madre. La mujer resultó apuñalada en una pierna.