El pasado 12 de noviembre, Instituto de Córdoba selló su ascenso a la Primera División con un delantero sanluiseño que fue crucial para el plantel. Santiago Rodríguez es de Arizona, San Luis, y, poco a poco, fue convirtiéndose en una pieza clave del “albirrojo”. Te contamos su historia.
Los inicios de Santiago Rodríguez en el fútbol y un descubrimiento “de casualidad”
De chico, se inició en su pueblo y siempre soñó con llegar a Primera. Cautelosa y silenciosamente, de a poco fue logrando su cometido.
En un momento, casi bajó los brazos en su ilusión con dedicarse al fútbol. Es que no lograba encajar en instituciones como River, Boca, Banfield, Belgrano y Argentinos Juniors que decidieron no abrirle sus puertas al hábil zurdo.
Sin embargo, a sus 17 años, en unos Juegos Intercolegiales representando a la Escuela Malvinas Argentinas en una cancha de fútbol 5, el Club Sportivo Estudiantes posó sus ojos en él, a una edad ya avanzada para un jugador que apunta a llegar a la máxima categoría del fútbol argentino.
“Lo descubrieron a los 17 años en un Intercolegial y es la gran sorpresa de Instituto”, titulaba el diario La Voz del Interior el pasado 11 de marzo.
El descubrimiento de “Pucho” Gutiérrez en Estudiantes de San Luis
Potente, hábil y encarador fueron las cualidades que despertaron el interés del “Verde” puntano, más precisamente del exfutbolista Néstor “Pucho” Gutiérrez, quien quedó maravillado por la enorme diferencia que marcaba Rodríguez ante sus rivales.
En la final y semifinal, el oriundo de Arizona supo anotar 4 goles en cada una de las instancias.
En cuestión de días, pasó de un playón a disputar la B Nacional. En el “Albiverde”, rápidamente se ganó el cariño de los hinchas y su titularidad era indiscutida.
Su primer gol, paradójicamente, fue ante Instituto en la fecha 40 de la temporada 2015.
Sin pensarlo, se transformó en la gran figura del elenco puntano e hizo goles importantes, entre ellos, a Estudiantes de La Plata por Copa Argentina.
El paso de Santiago Rodríguez por Almagro
Tras su paso por Estudiantes de San Luis, emigró a Buenos Aires para ser parte del plantel de Almagro y disputar la Primera Nacional. En el “Tricolor” alternó buenos y malos momentos, como titular o suplente y registró una marca de 6 goles en 38 partidos.
Su silenciosa llegada a Instituto de Córdoba
A Córdoba llegó desapercibido, buscando adaptarse y recuperar confianza para demostrar su talento.
El sanluiseño inició la temporada siendo la gran figura, luego pasó por una meseta, alternando su lugar en el banco de suplentes y regresó con todo sobre el final del campeonato, siendo clave y marcando goles fundamentales para el ascenso de “La Gloria”.
Así, con humildad y perseverancia, cumplió su sueño de llegar a Primera División.
Los últimos minutos del ascenso jugando lesionado y su alegría por el objetivo cumplido
El final del partido de la definición contra Estudiantes de Caseros por el ascenso, en el Monumental de Alta Córdoba, los jugó lesionado. “No me quedaba otra. Sabía que faltaban pocos minutos y eran los minutos más importantes del año”, sostuvo Rodríguez, quién, minutos después, no podía creer lo que vivió ante semejante festejo.
Tras el logro del elenco cordobés, resaltó que lograron el objetivo gracias a las grandes personas que integraban el grupo y el compromiso de todos.
“Felicidad plena y alivio por todo lo que hemos vivido este año”, expresó tras lograr superar “el torneo más difícil de Argentina”.
El recuerdo de su abuelo
Cuando era pequeño, Rodríguez contó que veía los partidos de Copa Libertadores con su abuelo, a quien le dedicó el ascenso con la Gloria. “No era muy demostrativo, pero me amaba y en el cielo debe estar muy feliz con mis logros”, supo expresar el delantero en sus declaraciones.