El pasado fin de semana, delincuentes ingresaron a robar a la vivienda donde vivía el bombero que falleció hace poco más de un mes en San Luis, Javier Díaz. En la casa no había nadie y, según relatos de la madre del ex brigadista, el autor del delito fue un menor.
Díaz fue bombero de San Luis Solidario. En noviembre del 2009, cuando él tenía 26 años, participó de un gran incendio forestal en Dónovan. En esa oportunidad, fue alcanzado por las llamas que le provocaron graves quemaduras en el 80% de su cuerpo y, desde entonces, luchó por su vida hasta el pasado 22 de abril.
La madre de Javier contó que su nieto, el único hijo del hombre, no quiere quedarse en la casa de su padre. El domicilio solo queda custodiado por las cámaras de seguridad.
El domingo pasado, a la familia le llamó la atención que las cámaras estaban dadas vuelta. Por esto, decidieron acercarse a la casa. Ahí fue cuando se encontraron con la puerta abierta y con que faltaban algunas pertenencias.
Este joven se había llevado una Playstation, un televisor, una bicicleta, zapatillas y bienes que pertenecían al hijo de Javier.
Al dolor del fallecimiento de Díaz hace poco más de un mes, se suma ahora una nueva amargura para la familia.