El pasado 28 de diciembre, Villa Mercedes se vio conmocionada por la muerte de un bebé en el Policlínico de la ciudad. La familia acusa mala praxis al momento del parto y, por eso, el próximo jueves marcharán por la plaza San Martín, pidiendo justicia por Oliver, el bebé fallecido.
Sebastián Fernández, el papá de Oliver, contó a Radio Ciudad que la criatura nació viva, pero al poco tiempo murió por asfixia. Así lo había determinado la autopsia.
Fernández relató, además, el maltrato que sufrió su pareja Rocío Yuman, madre primeriza de 22 años, en el nosocomio.
¿Cómo fue la muerte del bebé en el Policlínico de Villa Mercedes?
Sebastián relató que alrededor de las 17 horas del pasado 28 de diciembre, ingresaron a la guardia a Rocío, quien ya tenía 6 centímetros de dilatación. Los médicos decidieron colocarle “suero y un gotero y esperar a que dilatara más”, para que tuviera un parto natural.
“Cuando ella ya tenía 9 cm de dilatación fue el doctor a romperle la bolsa y a mí me hicieron salir afuera. Después de una hora y algo, cuando ella ya tenía la bolsa rota, la pusieron de costado, fueron a controlarle los latidos del corazón al bebé y de un lado no se escuchaban…
A ella la pusieron boca arriba y le querían controlar los latidos del lado de arriba, pero no se escuchaba nada, así que la dieron vuelta para el otro lado y ahí empezaron a escuchar los latidos del bebé”, contó Fernández en declaraciones radiales, quien presenció todo desde el pasillo.
Tras esta maniobra, comenzó la odisea para Rocío: le comenzaron a hacer tacto vaginal y desde el pasillo Sebastián escuchaba como le decían: “Dale, hacé fuerza que sino el bebé se te va a morir”.
“Cuando quiero ver, a ella se le sube una enfermera arriba y le empieza a hacer fuerza en la panza para que saliera el bebé por parto normal”, añadió sorprendido sobre esta extraña maniobra.
“Cuando pasó todo esto, la dieron vuelta en la camilla, la pusieron en cuatro, le empezaron a meter la mano y decían que lo que primero había salido era el cordoncito del bebé y no la cabeza…
La enfermera tenía que meter la mano para empujar la cabeza para que el bebé no obstruyera el cordón umbilical y se quedara sin oxígeno”, continuó relatando el papá de la criatura.
Según opinó en su entrevista, la madre necesitaba una cesárea cuanto antes, más aun teniendo en cuenta que el bebé pesaba más de 4,100 kg.
“Es imposible que una mamá primeriza tenga un bebé de ese peso por parto normal. Ellos lo que tendrían que haberle hecho es una cesárea desde un principio”, exclamó Sebastián, quien aseguró que “el bebé estaba sanito” tras todos los controles prenatales.
La muerte del bebé en el policlínico de Villa Mercedes
Después de largos y agónicos minutos, a Rocío la llevaron al quirófano, pero el anestesista tardó más de 20 minutos en llegar al hospital.
“El médico estaba supuestamente sosteniendo la cabeza para no obstruir el cordón para que el bebé pudiera respirar, pero el doctor no podía esperar 25 minutos con la mano allá dentro”, relató Fernández.
Cuando el anestesista finalmente llegó, se procedió con la cesárea, pero el bebé falleció minutos después de nacer.
“Nadie daba una explicación coherente y entre unos y otros se echaban la culpa. El doctor se largó a llorar en mi cara y me pidió perdón, o sea que a él no le está quedando la conciencia tranquila de que a su trabajo lo hizo bien. Sino, ¿Por qué me pediría perdón?“, pensó Sebastián.
Los médicos no dejaban pasar al forense para entrevistar a la mamá
Las irregularidades no terminaron con esta fallida cesárea. Al día siguiente, cuando el forense fue a entrevistar a Rocío, “los mismos médicos” no lo dejaban ingresar a la habitación.
“El forense tuvo que llamar a la Policía y tuvieron que venir 3 para que recién el forense pudiera pasar y entrevistarla”, contó Sebastián.
En cuanto a la autopsia, por el momento solo se ha determinado que murió “por asfixia”, pero todavía no le comunicaron a Sebastián los detalles.
“Justicia por Oliver”: la convocatoria a marchar por Villa Mercedes
“A dos semanas de su fallecimiento, invitamos y convocamos a todas las personas que quieran apoyar, y también a quienes hayan sufrido mala praxis, negligencias y maltratos en instituciones médicas”, expresó Yésica Manchento, tía de Oliver.
La movilización se llevará a cabo el próximo 12 de enero, a las 19, desde plaza San Martín.