Denunció que el dueño de un conocido boliche puntano la manoseó

"Yo soy el dueño de este lugar y todas con las que estoy se dejan hacer lo que yo quiero", le habría reclamado el dueño del lugar.

Jagger, en San Luis capital.
Jagger, en San Luis capital.

El domingo pasado Daiana Micaela Sosa festejó su cumpleaños en Jagger, un conocido boliche de la capital puntana, junto a familiares y amigos. Pero terminó todo mal, y así lo expuso en su denuncia radicada en la Comisaría 1ª, cuando el dueño del local la manoseó cuanto pudo mientras la forzaba a entrar a su oficina para estar a solas. Por su parte, el dueño del local, Darío "El Mono" Berrueta, dijo que son todas mentiras.

La joven primero contó lo que vivió la madrugada del domingo a través de las redes sociales, pero un periodista de El Diario de la República intentó hablar con ella y le dijo que por recomendación del letrado no hablará al respecto. Su representante, del que tampoco quiso dar el nombre, le sugirió que por el momento no brinde ningún tipo de nota a los medios, por lo menos hasta que la causa evolucione hacia una instancia de juicio.

Sin embargo confirmó que ella junto a su madre fueron hasta la fiscalía de turno para ratificar la denuncia que había asentado ante la Policía, pero como aún está la feria judicial, le habrían dicho en Tribunales que tendrá que hacerlo más adelante. "Lo único que está por ahora es la denuncia que hice en la comisaría", aseguró. 

¿Cómo fueron los hechos?

Luego de estar cinco horas festejando en Jagger su cumpleaños, se le acercó el dueño, a quien todos conocen como "El Mono", y expuso que la invitó a tomar un trago llamado "Toc-Toc", en la pista que está en la parte externa del local.

Luego le habría dicho "Vení conmigo", y la condujo hacia un telón que está en la pista interior, detalla la denuncia. "Vamos a mi oficina", le indicó. Micaela, en todo momento, se negó.

Entonces, Berrueta la tomó de una mano y trató de llevarla por la fuerza a su oficina, narró la joven. Mientras ella le repetía que no quería ir. "¿Qué te pensás, que las bebidas te las merecías?", le habría reprochado y comenzó a "tocarle el busto por encima del vestido negro e intentó levantárselo para tocarle la cola".

Micaela le ordenó que parara y lo empujó. "Yo soy el dueño de este lugar y todas con las que estoy se dejan hacer lo que yo quiero", le habría reclamado el hombre. En eso, la chica logró irse de allí y caminar hacia donde estaban sus parientes y amigos, para después salir de "Jagger" e ir directo a la comisaría más cercana.