El martes por la mañana, el predio del Aeroclub Villa Mercedes, en San Luis, se vistió de fiesta para presenciar el debut del primer avión experimental construido en la provincia. Bajo el mando de Maximiliano Cruceño, un experimentado piloto, estuvo 45 minutos en el aire y realizó una serie de maniobras y pruebas para evaluar la estabilidad y reacción en pleno vuelo. Fue un éxito y obtuvo la certificación correspondiente de parte de un inspector de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), que llegó de Córdoba para fiscalizar la prueba.
Según informó El Diario de la República Cruceño le dijo: "Lo que hiciste es una maravilla", a Fernando Persa, el creador del "Guor".
"Teníamos esta idea desde los 15 años y se concretó hoy. Es emocionante, agradezco a todos los que vinieron. Esto es inédito en la provincia, es el primer biplaza matriculado que se construye por amateurs en San Luis. Pero uno no busca el logro, nos motiva la pasión", resumió Persa al vaivén de emociones que afloraron después de ver el aterrizaje del proyecto que inició con Javier Darnay, su amigo de la infancia y el presidente del Aeroclub, hace un año y medio.
El debut comenzo cerca de las 9:30 y antes de encender motores, pasó por una revisión ocular a cargo de Jorge Vega, el inspector de la Dirección de Certificación que llegó de Cordoba. "Intervenimos cuando nos enviaron la carpeta con su sueño y su ilusión y lo que querían hacer. Ahí les aportamos cuestiones técnicas para que el proyecto estuviera lo mejor encaminado con los cánones de seguridad aeronáutica y tratando de cumplir las normas, que sea lo más seguro posible. Revisé lo que puedo controlar y estaba normal para un vuelo de prueba de 30 minutos. El piloto tenía una planilla para completar con los parámetros que le pedí, que la aeronave cumpliera ciertas variables en vuelo", explicó Vega.
Tras superar las expectativas, Vega otorgó un certificado de aeronavegabilidad especial, que tiene una validez de un año o de 40 horas, lo que consigan hacer primero los pilotos.
Al salir de la cabina del "cacique de los cielos", el encargado de la prueba, Cruceño, se mostró muy emocionado: "Vi la calidad de construcción del avión y nunca dudé que tendría un resultado excelente. Voló dentro de los parámetros normales, es más, la idea era que la primera vez fuera más tranquila para que la estructura no trabaje tanto, pero con el pasar de los minutos vi que estaba perfecto e hice lo que debía hacer en el segundo vuelo, exigirlo más y otras maniobras".
El piloto se formó en el club aeronáutico local y se desempeña como comandante en una línea low cost. "Hoy es todo multiplicado por 10, una felicidad extrema de volar en el lugar donde aprendí, con gente que conozco hace mucho tiempo. Agradezco a Fer la confianza que me tuvo", agregó.
Darnay contó que piensan completar las horas previstas y el próximo desafío es concursar en la Competencia Nacional de Aviones Experimentales, a mediados de marzo en General Rodríguez, Buenos Aires.
"Investigamos mucho, hicimos varias pruebas. Cuando uno hace las cosas a conciencia, con el tiempo y los materiales que se necesitan, el resultado es el esperado, el que habíamos planteado, no dejamos nada librado al azar. Es un orgullo ser parte de este hecho histórico", sostuvo Persa.