Recientemente trascendió que hace unos diez días en un campo ubicado sobre la ruta 3 cerca del pueblo de Beazley, en San Luis, encontraron un cuerpo en descomposición y la Policía sospecha de que podría tratarse de Sebastián Vicente Gil, un joven desaparecido hace un año y nueve meses. Visto por última vez el 8 de octubre de 2016.
El martes a las 17 los efectivos convocaron a los familiares a la Comisaría 41ª para identificar algunas de las pertenencias que se secuestraron en el lugar del hallazgo. Alfredo Gil, el papá del hombre desaparecido, luego de ir al reconomiento confesó a Radio Popular que: "Hace un año y nueve meses que está desaparecido. Para mi la camiseta era esa, yo la reconocí. El celular es un LG y un par de zapatillas, que están prácticamente irreconocibles" y consternado agregó que: "Yo no pasé un día sin buscarlo, panfleteé todas las ciudades limítrofes. Además fui al norte y sur del país, ahora solo me queda esperar los resultados de los ADN".
Desde la dependencia policial confirmaron que un cuerpo en descomposición fue encontrado en el interior de un campo, sobre la ruta 3 sur, hacia Beazley, pasando el puesto de la Policía Caminera. Por lo que efectivos ahora trabajan en una causa caratulada como "muerte e identificación de persona", y el Juzgado Nº 2 tomó intervención ya que es el que estaba de turno en el momento del hallazgo. Sin embargo, la denuncia de paradero la llevaba adelante el Juzgado Nº 1.
Una persona que transitaba por el campo se encontró con el cuerpo y dio aviso a las autoridades. Los efectivos se encontraron con la escena de un "presunto suicidio", según una fuente policial. Debido al tiempo que llevaba ahí, el cuerpo no estaba completo, y para tratar de identificarlo se secuestraron prendas de vestir y un celular. Además será necesario que se ordene un ADN para confirmar definitivamente la identidad.
Sebastián Vicente Gil tenía 34 años cuando se fue de su casa. Sus familiares dijeron que en ese momento llevaba puesta una remera de Boca Juniors y un jeans celeste claro. Vivía en el barrio 500 Viviendas sur, con su esposa y sus hijos de 7, 8, 10 y 11 años.
Su padre, que estuvo siempre al frente de una búsqueda incansable, le relató a los policías que durante la noche del 7 de octubre, su hijo discutió con su mujer, Soledad Sarmiento y que "se fue deprimido a beber con sus amigos". Dijo también que lo encontró "alrededor de las 10 del otro día" y lo llevó a su domicilio. Pero después de eso se fue para siempre, informó El Chorrillero.
El hombre espera tener las certezas de la Policía para dejar que su hijo recién ahora, se vaya en paz. El celular que hallaron en las inmediaciones seguramente guardará todos los mensajes desesperados que escribió ese padre.